El Mar Muerto es uno de los grandes reclamos turísticos de Jordania. Y el Valle del Jordán es un espacio de gran simbolismo para el país, pues de hecho le da nombre. Por ello, nuestros circuitos suelen dedicar algunas jornadas a esta zona, pues aquí se concentran algunos de los lugares más interesantes para el viajero. En esta sección puedes obtener más información sobre qué ver en el Mar Muerto y en el Valle del Jordán, así como otras informaciones sobre qué hacer si vas a pasar algunos días aquí.
El Mar Muerto y el Valle del Jordán son dos lugares muy relacionados entre sí. De hecho, el segundo finaliza en el primero, que a pesar de su nombre no es un mar sino un lago endorreico. Forman buena parte de la frontera occidental de Jordania, marcando el límite con Israel y los Territorios Palestinos (Cisjordania).
El Valle del Jordán, en realidad, discurre también por el norte del país, pero lo agrupamos en una misma sección con el Mar Muerto porque su principal lugar de interés está muy cerca: Betania Más Allá del Jordán, poco antes de que el río Jordán desemboque en esta gran masa de agua.
El Mar Muerto, por su parte, conforma uno de los espacios más singulares del mundo. Y eso se debe a dos razones:
En efecto, el clima en el Mar Muerto es extremo, con temperaturas que rondan (y a menudo superan) los 40ºC en los meses de verano. A ello se une el efecto de la humedad, que puede provocar una sensación sofocante en ese periodo. Por tanto, de mayo a octubre se considera un periodo de menor afluencia de visitantes: si decides venir en esta época deberás estar bien mentalizado y preparado para ello, especialmente para combatir la insolación (aunque aquí la radiación ultravioleta es menor que al nivel del mar por efecto de la presión atmosférica) y la humedad, (aunque también en menor grado que la humedad de un mar ‘normal’, a 0 msnm).
En la parte jordana del Mar Muerto se pueden distinguir tres sectores, puesto que su tamaño es considerable (unos 100 km desde su extremo norte hasta su extremo sur):
El Mar Muerto es una masa de agua que, por su ubicación y singularidad, ha ocupado un papel destacado en la historia de Oriente Próximo. Aquí han ocurrido hechos relevantes en la formación de las tres religiones monoteístas principales, tanto en la orilla israelí-palestina como en la jordana.
Por ejemplo, se cree que en las orillas meridionales, cerca de la Península de Lizán, se encontraban las ciudades de Sodoma y Gomorra, incendiadas con fuego y azufre por Dios debido a sus graves pecados, en torno al III milenio a.C, aunque no hay evidencias concluyentes de ello. Tras la destrucción, Lot, sobrino de Abraham, se habría refugiado en la que actualmente se conoce como Cueva de Lot.
Unos siglos antes del nacimiento de Cristo, esta zona ya era bien conocida por los nabateos (pueblo con capital en Petra), quienes utilizaron el asfalto natural que aquí se originaba para exportarlo al Antiguo Egipto, donde sus habitantes lo utilizaban en el proceso de embalsamar las momias.
También los antiguos griegos eran conocedores de esta masa de agua tan especial, que lo llamarón Mar de Sal, Mar Pestilente y finalmente, le dieron el nombre de Mar Muerto, pues apreciaron que la alta salinidad hacía prácticamente imposible la existencia de vida acuática.
En el cambio de era, esta zona también desempeñó un papel importante, pues Juan el Bautista o San Juan Bautista realizaba sus bautismos no muy lejos de aquí, a varios kilómetros al norte del Mar Muerto, en especial el de Jesucristo, en las mismas aguas del río Jordán. Es el lugar conocido como Betania Más del Jordán. Además, Juan el Bautista también murió en la zona, concretamente en Maqueronte, una fortaleza-palacio actualmente en ruinas, en la aldea de Mukawir.
En tiempos bizantinos también fue el hogar de cristianos ortodoxos, especialmente monjes que vivieron en austeros monasterios ubicados a ambas orillas del Mar Muerto. Siglos después el lugar se mantuvo prácticamente deshabitado y no fue hasta el siglo XIX cuando fue objeto de exploraciones, especialmente para comprobar si sus aguas ricas en sal podían ser explotadas, algo que ya ocurrió en el siglo XX: las cuencas de evaporación ubicadas al sur son plantas para la obtención de potasa y fertilizantes, que Jordania exporta.
También en el siglo XX se avanzó en los descubrimientos arqueológicos y, sobre todo, el Mar Muerto se abrió al turismo, con la construcción de spas y resorts en su sector norte. Sobre su futuro, hay debate, pues el cambio climático y las explotaciones agrícolas del entorno podrían estar afectando al río Jordán y al Mar Muerto, que han visto reducidos su caudal y capacidad seriamente en las últimas décadas.
No cabe duda de que la inmensa mayoría de turistas que vienen al Mar Muerto lo hacen atraídos por sus balnearios: como te contamos en esta otra página, existen numerosos spas y resorts con playas privadas en los que disfrutar de una jornada de bienestar termal. Sin embargo, si vas a pasar aquí varios días y quieres escaparte en algún momento para ver otras cosas, encontrarás varios lugares interesantes que ver en el Mar Muerto y su entorno.
Debido a la gran singularidad de este espacio, Jordania ha aprovechado para construir dos museos temáticos:
Los viajeros más interesados en la religión y la historia se sentirán atraídos por el yacimiento arqueológico de Maqueronte o Machaerus, junto a la pequeña aldea de Mukawir, a unos 10 km de la orilla del Mar Muerto, en el sector central. Son las ruinas del Castillo de Herodes el Grande, una fortaleza del siglo I a.C donde ocurrieron hechos de primera magnitud, en concreto la encarcelación y posterior decapitación de Juan el Bautista, por instigación de Salomé. La fortaleza era también palacio, en lo alto de un monte desde donde se divisa todo el Mar Muerto, y en la actualidad solo se conservan algunos lienzos de muro y algunas columnas, pero solo la sugestión de recordar ese episodio ya resultará muy evocadora para el visitante.
Más al sur de la Península de Lizán, junto a las cuencas de evaporación (empleadas para extraer fosfatos del agua y exportarlos como fertilizantes), encontrarás la Cueva de Lot. En concreto, en las colinas de Ghor as-Safi: para llegar hasta aquí hay que completar una importante subida a pie, que comienza cerca del Museo del Punto Más Bajo de la Tierra.
En esta cueva, a finales del siglo XX, se descubrió una cueva y durante los trabajos arqueológicos se recuperaron cerámicas de la Edad del Bronce. Pero lo importante es que se cree que aquí moró Lot, sobrino de Abraham, encontrando refugio en su huida tras la destrucción de Sodoma y Gomorra. Esta especulación se basa en el hallazgo de una inscripción que mencionaría a Lot. Además, hay restos de una pequeña iglesia bizantina y mosaicos que datarían de esa misma época (entre los siglos V y VII).
Y otro atractivo relacionado, aunque ubicado más al norte, es la estatua de sal de la esposa de Lot: según la Biblia, fue transformada en una columna, pilar o estatua de sal por el hecho de mirar hacia atrás cuando escapaba de Sodoma con su familia, de lo que le habían avisado expresamente dos ángeles. Se ha identificado tal estatua de sal con una formación rocosa al norte de la Península de Lizán, a la altura de Wadi Al Mujib.
Además de todo ello, te recordamos que otro de los lugares imprescindibles que ver en el Mar Muerto y su entorno es Betania Más Allá del Jordán, el lugar donde Jesucristo fue bautizado por San Juan Bautista. Te damos toda la información en esta página. Se trata del lugar más interesante del Valle del Jordán, pues aguas arriba, más al norte, el río está bastante deteriorado en la actualidad.
Además de las anteriores propuestas que ver en el Mar Muerto, podrás dedicar tu tiempo a otras actividades interesantes. Desde un punto de vista ecológico, puedes acudir a la Reserva de la Biosfera de Wadi Al Mujib. Aquí hay rutas de senderismo que recorren sus espacios más representativos, como sus distintos cañones de agua, en algunos de los cuales es posible refrescarse. Este espacio protegido cuenta con una sorprendente variedad de plantas, como orquídeas, y una interesante diversidad de animales, con especial mención a las aves migratorias y a mamíferos como la hiena rayada o el zorro afgano.
El deporte que se puede practicar en el Mar Muerto es, como su clima y entorno, extremo. Por aquí pasa el Jordan Trail, que atraviesa Jordania de norte a sur: este tramo es de 78 km, en cuatro etapas. Pero la prueba por excelencia es el el Ultra Maratón del Mar Muerto (Dead Sea Ultra Marathon), que conviene no confundir con el Maratón ‘normal’ que se celebra en el lado israelí del mar. Suele celebrarse en mayo, con meta final en Amman Beach.
Mucho más sencillo y refrescante es darse un chapuzón en el Parque Acuático de La Cueva Aqua Park, ubicado a las afueras de Swemeh, lo que representa una de las mejores propuestas de ocio para quienes viajen al Mar Muerto en familia.
Y para quienes busquen un baño termal y más relajante, pueden echar un vistazo a nuestra página sobre spas y playas en el Mar Muerto.
La orilla jordana del Mar Muerto está conectada de norte a sur por la Carretera del Valle del Jordán, también conocida como la Carretera del Mar Muerto, que tiene su origen en la capital, Ammán, y se prolonga por el sur hasta Aqaba. De ella sale un ramal hacia Wadi Musa (Petra). Además, algunas carreteras salvan el gran desnivel existente con las Tierras Altas para conectar así esta carretera con la Carretera del Rey, auténtico eje norte-sur del país. Esas pequeñas carreteras siguen el curso de wadis y recorrerlas supone una experiencia en sí misma, conectando el Mar Muerto con ciudades también interesantes como Madaba o Karak.
Por el norte, la puerta de entrada es Sweimeh. Se trata en realidad de una localidad pequeña, que no cuenta con estación de autobuses. La compañía JETT no la incluye en su red de grandes rutas en autobús, y solo llega hasta aquí mediante paquetes turísticos específicos.
Por tanto, ante un sistema de transporte público prácticamente inexistente, con solo algunos taxis y microbuses, la mejor opción para llegar hasta el Mar Muerto es el vehículo privado. Esta es una lista orientativa de distancias y duraciones para viajes hasta el Mar Muerto, tomando como referencia Sweimeh por su gran concentración de spas y resorts:
El Mar Muerto carece de grandes ciudades en su entorno inmediato, por lo que la red de servicios es limitada. Eso incluye las gasolineras, que son realmente escasas aquí, por lo que si te vas a desplazar en un coche de alquiler, te recomendamos llenar el depósito antes de llegar, por si acaso.
Además, no hay que olvidar que esta es una zona de frontera, en algunos casos ‘dura’, lo que puede implicar una presencia visible de policía y fuerzas de seguridad, que pueden realizar controles rutinarios o extraordinarios. Por ello, se recomienda llevar siempre el pasaporte y la documentación encima.
Para obtener información sobre el Mar Muerto in situ, puedes solicitarla en tu hotel o a nuestro personal, en el caso de realizar el circuito con nosotros, puesto que no existen oficinas de turismo ni centros de interpretación del entorno, más allá de los dos museos mencionados más arriba.
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