Sin duda, uno de los lugares más importantes para el turismo religioso cristiano en Jordania es Betania Más Allá del Jordán, que es el lugar del bautismo de Jesús, a cargo de Juan el Bautista. Su extraordinario simbolismo atrae a miles de peregrinos cada año, a lo que se suman turistas que simplemente tienen interés por la historia y por la cultura. En esta página te brindamos información sobre ello, indicándote dónde está exactamente el lugar del bautismo de Cristo, qué ver en el recinto y cómo llegar a este lugar único.
El lugar del bautismo de Jesús está en el río Jordán, en su curso final, unos 20 kilómetros antes de que sus aguas desemboquen en el Mar Muerto. Esta cercanía facilita que muchos viajeros se desplacen hasta aquí a modo de excursión desde su resort. Sin embargo, también está cerca de Ammán, a escasos 50 km, por lo que igualmente se puede llegar hasta aquí desde la capital.
Se encuentra en mitad del campo, en una zona en la que el río Jordán no atraviesa ninguna ciudad ni población, sino que sirve de frontera entre Jordania e Israel (Territorios Palestinos de Cisjordania).
Aunque no forman parte de la misma área geográfica, Betania Más Allá del Jordán se integra a menudo dentro de un circuito religioso junto con Madaba y el Monte Nebo, pues están relativamente cerca entre sí: Madaba a 40 km y el Monte Nebo, a 30 km.
Juan el Bautista, o San Juan Bautista, fue un predicador judío que promovió el sacramento del bautismo como método de purificación. Para el cristianismo, fue santo y en algunas ramas de esta religión tiene consideración de profeta, pues anticipó y anunció la llegada de Jesús. Probablemente llevaba a cabo sus bautizos en el cercano Wadi Al Kharrar.
No obstante, el de Jesucristo habría tenido lugar en este mismo lugar, en aguas del río Jordán, a petición del propio Jesús. Este episodio es narrado en los Libros del Nuevo Evangelio, con detalles que difieren, aunque es comúnmente aceptado que en el momento mismo del bautismo, descendió de los cielos la paloma del Espíritu Santo para remarcar la presencia de Dios, que habría pronunciado las palabras: “Tú eres mi hijo querido, mi predilecto” (Mateo 3:17 y Juan 1:32).
Tras ello, Jesús habría permanecido 40 días en el desierto, tentado por Satán para pecar, pero protegido por los ángeles para que no lo hiciera. Tras ello, volvió a encontrarse con Juan el Bautista, que se encontraba con varios seguidores (entre ellos Pedro) y pronunció “He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo” (Juan 1:29). Desde entonces, la popularidad de Jesús creció enormemente en Betania, así como en otras poblaciones de la zona, como Ammán o Madaba.
El lugar del bautismo de Jesús, después de estos episodios bíblicos, mantuvo su carácter sagrado en siglos posteriores, incluso en tiempos en que el cristianismo era una religión perseguida. Tras convertirse en religión del Imperio romano y especialmente en tiempos de dominación bizantina, están atestiguados peregrinaciones hasta aquí en los siglos IV-VI, y así se mantuvo probablemente hasta el siglo XIV. Pero después, esta tradición se frenó, quedando el lugar bajo el control de tribus locales.
Ya a finales del siglo XIX, con el descubrimiento del mosaico-mapa de Madaba (datado en el siglo VI), el interés por el lugar del bautismo de Jesús volvió con fuerza. A comienzos del siglo XX, gracias a la actitud abierta del líder beduino local Shaykh Salih Yacoub, los peregrinos retomaron sus visitas al lugar, pero de nuevo se detuvo esta tradición por cuestiones de seguridad, a raíz de los primeros conflictos entre árabes y palestinos.
1994 marca un nuevo hito en la historia de Betania Más Allá del Jordán: la firma del tratado de paz entre Jordania e Israel, que propició la desmilitarización y el desmantelamiento de minas en el terreno. Además, la frontera entre ambos estados se fijó precisamente aquí, en el río Jordán.
A raíz de ello, se agilizaron los trabajos arqueológicos y se promovió la visita al lugar de bautismo de Jesús como punto de peregrinación y visita para turistas religiosos. Y a ello contribuyó en buena medida las visitas oficiales de Papas, como Juan Pablo II y Francisco I, así como líderes de otras ramas del catolicismo.
El lugar del bautismo de Jesús es un espacio amplio con diferentes puntos de interés, siendo el más importante el punto exacto en el que Juan bautizó a Cristo. Algunos espacios son yacimientos arqueológicos con evidencias sólidas sobre los episodios allí acontecidos, y en otros casos son construcciones modernas que dan mayor contexto y significación al lugar. Esta es la lista de los principales lugares que ver:
Betania Más Allá del Jordán es un lugar apartado, en mitad de la naturaleza, por donde pasa el río Jordán, hoy con un cauce más bajo pero sin haber experimentado presión urbanística alguna. Esto implica, a su vez, que las conexiones de transporte público son prácticamente inexistentes: si algún viajero quiere llegar hasta aquí, tiene que planificar su ruta en transporte privado.
La única opción posible para viajeros independientes que quieren moverse en transporte público es la ruta turística de la compañía de autobuses JETT, con salidas desde Ammán y combinando Betania Más Allá del Jordán con otros dos lugares de gran significación religiosa: Madaba y el Monte Nebo. No obstante, no ofrece salidas todos los días, por lo que conviene informarse bien antes de optar por esta solución.
En cualquier caso, lo más cómodo es servirse de un vehículo privado con chófer o un taxi desde alguna de las localidades del entorno, como Swemeh. Algunos hoteles y resorts organizan excursiones en autobús desde sus propias instalaciones.
Y si tienes pensado venir hasta aquí desde otros lugares más alejados, esta es una lista de distancias aproximadas:
En las taquillas de este recinto se ofrece información sobre el lugar del bautismo de Jesús y el resto de espacios, con mapas y folletos, aunque no se puede considerar una oficina de información turística como tal.
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