Nada más llegar, el visitante puede ver que en Jerash casi todo gira en torno a su pasado: los vestigios romanos que siguen en pie están considerados los mejor conservados del país e incluso de Oriente Próximo y todo el territorio que formaba el Imperio Romano.
Por algo esta ciudad, conocida como Gerasa en la Antigüedad, suele recibir el apodo de la ‘Pompeya del Este’ o la ‘Pompeya de Jordania’. Jerash, además, ha sabido explotar su potencial enriqueciendo la visita con elementos para interpretar el patrimonio, como un museo arqueológico, y con actividades relacionadas con aquel periodo glorioso. En esta página te contamos qué ver en Jerash y te damos otras informaciones de interés que te pueden resultar útiles de cara a tu visita.
Jerash, capital de la gobernación del mismo nombre, se encuentra en el norte de Jordania, a unos 50 km de distancia de Ammán y a unos 40 km de Irbid, la otra gran ciudad de la región y segunda más poblada del país. La frontera siria queda igualmente a 40 km por carretera, mientras que el paso fronterizo más cercano con Israel se encuentra a 75 km.
Su clima, al igual que todo el norte de Jordania, es algo más amable que en el resto del país, con un terreno más fértil y áreas verdes en el entorno cercano, en buena medida por gozar de un nivel de precipitaciones más elevado. De hecho, su clima está catalogado como Mediterráneo típico. No es casualidad, por tanto, que esta sea la zona con mayor densidad de población de Jordania. De forma aproximada, las temperaturas medias más altas rondan los 31ºC en julio y agosto, y no bajan de 4ºC en invierno.
Para entender mejor qué ver en Jerash, es imprescindible hacer un repaso a su rica historia, pues nos ha dejado abundantes y espectaculares vestigios, para disfrute de cualquier viajero. Se sabe que ya en el Neolítico, en particular durante la Edad de los Metales (IV milenio a.C-II milenio a.C), este territorio ya estaba habitado, algo que no sorprende teniendo en cuenta que Oriente Próximo fue epicentro de aquellas civilizaciones.
Tras interpretar algunas inscripciones descubiertas sobre el terreno, se cree que Jerash se estableció como ciudad en tiempos de Alejandro Magno, en torno al 331 a.C, momento en el que el gran emperador helenístico se encontraba en la región, camino a Mesopotamia después de su paso por Egipto.
Lo que sí está claro es que en el siglo I a.C, Gerasa (como se la conocía en la Antigüedad) existía ya, pues fue conquistada por Pompeyo (64 a.C), militar y hombre fuerte en la Roma republicana.
Poco después pasó a formar parte de lo que se conoció como Decápolis: una suerte de red de ciudades-estado (probablemente más de 10) que marcaban los confines del Imperio Romano en Oriente, gozando de una importante autonomía (acuñación de moneda) pero profundamente romanizadas, adoptando su tradicional urbanismo y el culto al emperador. Otras ciudades de la Decápolis romana en la actual Jordania eran Filadelfia (Ammán) y Gadara (Umm Qais). Jerash o Gerasa floreció gracias a su rica agricultura y a su minería de hierro, estableciendo relaciones comerciales con su entorno, por ejemplo con los nabateos de Petra.
Desde el 106 d.C entra en una nueva fase: es ampliada y reformada en tiempos del emperador Trajano y, sobre todo, de Adriano, que la visitó personalmente. Ese fue precisamente el motivo por el que se erigió el Arco de Adriano, con el que la ciudad dio la bienvenida triunfal al emperador. A principios del siglo III, Gerasa alcanzó su apogeo y se cree que llegó a contar con 20.000 habitantes.
Ya en los siglos V y VI, tras la caída del Imperio Romano de Occidente, la ciudad siguió adelante bajo dominio de sus continuadores bizantinos, que erigieron templos religiosos, como los visitantes pueden ver en Jerash en la actualidad. Además, en uno de ellos hay evidencias de inscripciones hebreas, lo que hace suponer de la existencia de una pequeña comunidad judía en su momento.
A comienzos del siglo VII vivió una efímera conquista persa, pero sobre todo a partir del 640 aproximadamente, Gerasa quedó bajo dominio musulmán: el Califato Omeya, con capital en Damasco, que propició un nuevo periodo de florecimiento económico, como puede deducirse de su destacable producción cerámica local.
Eso se vio interrumpido con un devastador terremoto en el siglo VIII, que sumió a la ciudad en una profunda decadencia. En el siglo XII, los cruzados establecieron en Jerash una guarnición, reutilizando estructuras para fines militares, como el Templo de Artemisa. Fue algo efímero, pues poco después quedó de nuevo restituido el dominio musulmán, con ayubíes, mamelucos y otomanos, sucesivamente.
Cierta reactivación experimentó Jerash a finales del siglo XIX con la llegada masiva de población circasiana, desplazada de Rusia. Comenzó a crecer una ciudad moderna paralela, junto a las ruinas romanas. Desde entonces, aumentó la concienciación sobre el gran valor del lugar, iniciándose numerosos proyectos arqueológicos y, ya a finales del siglo XX, su integración en los grandes circuitos turísticos.
Como es de imaginar, la mayoría de monumentos que ver en Jerash están relacionados con su pasado romano, concentrados en un sitio arqueológico muy unitario y compacto, que facilita enormemente la visita. Estos son los principales espacios de interés dentro de dicho sitio arqueológico:
Además de todos estos monumentos que ver en Jerash, dentro del recinto visitable hay un pequeño Museo, donde se exponen piezas recuperadas del sitio arqueológico. En él se se pueden contemplar estatuas, mosaicos, cerámicas y una amplia colección de objetos, todos ellos identificados con su época y otros detalles de su contexto.
Como es lógico en un sitio arqueológico tan grande y bien conservado, tendrás mucho que ver en Jerash. Pero si quieres añadir otras actividades a tu visita, tienes algunas opciones a tu alcance. Mención especial merecen los Jerash Chariots: demostraciones en el hipódromo, con caballos y carros reales, en forma de carreras de bigas, luchas de gladiadores y otros espectáculos típicos de la antigua civilización romana. Suelen ser un clásico en bodas, pero también se pueden alquilar u organizar con otros propósitos privados.
A nivel de ocio y cultural, el gran evento anual es el Festival de Arte y Cultura de Jerash, que se viene celebrando en julio o agosto desde 1981 en uno de los teatros del sitio arqueológico. Incluye representaciones dramáticas, conciertos y otras expresiones culturales, para un público que en buena medida es turista. La mayor parte de ellos llegan desde Ammán, para lo cual se fletan autobuses con horario especial que se adaptan mejor al programa.
Más allá de ello, las ofertas de ocio, especialmente nocturno, son reducidas. En la ciudad moderna podrás encontrar restaurantes relativamente sencillos y una oferta comercial modesta, pues hay que tener en cuenta que la ciudad en sí no es muy grande: unos 50.000 habitantes.
Una última propuesta que se puede citar está a unos 15 km al sur de Jerash: el Real Jardín Botánico de Jordania, en Tal al Rumman, de reciente creación. Se encuentra en el entorno de la presa de King Talal y su objetivo principal es preservar y recrear la flora típica de Jordania, no solo de esta región sino también de otras: por ello, se han plantado áreas de pinos, enebros, robles de hoja caduca, árboles de pistachos y otras especies. Además, cuenta con un herbario para catalogar la gran variedad de hierbas del país.
Lo más habitual es llegar a Jerash a modo de excursión desde Ammán, dedicando para ello media jornada o una jornada completa. No obstante, los más apasionados de la cultura romana pueden dedicar más de un día a estudiar y descubrir el parque arqueológico, lo cual les obligará a pernoctar en alguno de los escasos hoteles de la ciudad.
En ambos casos, la opción más cómoda es el vehículo, ya sea un taxi, un coche de alquiler o un vehículo privado con chófer. La distancia desde Ammán es de 40 km y la duración del trayecto suele rondar los 45 minutos. En cambio, si quieres desplazarte hasta aquí desde otros puntos más alejados de Jordania, esta es una tabla orientativa de distancias y duraciones:
Una alternativa posible es el autobús, pues la principal compañía JETT cuenta con ruta directa desde Ammán, en un servicio turístico que llega a Jerash también hasta Ajloun. No obstante, las salidas no son diarias, por lo que conviene informarse antes de esta posibilidad. En cualquier caso, la estación de autobuses se encuentra al pie del parque arqueológico. Desde Ajloun e Irbid también parten microbuses con dirección a Jerash, aunque con horarios irregulares.
El parque arqueológico de Jerash cuenta con su propio centro de visitantes, donde se venden las entradas para acceder al recinto. Hace las veces de oficina de información turística, con folletos y mapas.
En el centro de Jerash encontrarás farmacias y justo al lado del parque arqueológico se ubica el hospital de la ciudad. A la entrada y en el entorno del recinto visitable hallarás policía, que ofrece servicio y ayuda a los visitantes extranjeros.
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