Todas las capitales del mundo tienen una calle que destaca por su ambiente comercial y de esparcimiento. Así que si te estás preguntando cuál es la calle comercial de Ammán, la respuesta es Rainbow Street, en el barrio de Jabal Ammán, es decir, en la parte alta de la ciudad. Aunque ya te adelantamos que no tiene el bullicio ni densidad de establecimientos que en otras grandes urbes, se trata de una arteria con carácter propio que, si tienes suficiente tiempo en tu viaje, puedes recorrer a tu ritmo.
¿Por qué se llama Rainbow Street?
Una de las cosas curiosas de Rainbow Street en Ammán es que, oficialmente, no se llama así: su nombre original es Abu Bakr al Siddiq Street, pero de manera popular se comenzó a llamar Rainbow Street por el cine-teatro que se ubica en su primer tramo.
Ha sido posteriormente cuando, inspirados por el nombre y para darle contexto, algunos establecimientos de la calle han decorado su fachada o incluso las farolas y cableado de las calles con los colores del arcoíris que, por cierto, no están directamente relacionados con la simbología LGTBi de los países occidentales.
¿Qué hacer en esta calle?
Rainbow Street, la calle comercial de Ammán, suele aparecer recogida en las guías turísticas como una arteria imprescindible para todo viajero. Sin embargo, su visita es más bien recomendada para aquellos que disponen de suficiente tiempo como para disfrutarla lentamente, sin prisas, puesto que lo interesante de ella es su ambiente, especialmente a la tarde.
Lo más destacado de Rainbow Street son sus cafés y restaurantes, algunos de ellos de corte internacional y otros de tipo tradicional. Aquí se puede, por ejemplo, degustar un típico té local o bien fumar una shisha, dos aspectos definitorios de la cultura árabe en general y de la vida jordana en particular. Algunas de esas cafeterías tienen un cierto aire literario, que invita a la relajación, ya sea por su jardín o su terraza.
Pero también han surgido en los últimos tiempos rooftop bars o restaurantes, lo que permite almorzar o cenar con espectaculares vistas del entorno, aprovechando la ubicación elevada de este barrio. En ellos o en otros locales de tipo pub, podrás incluso tomar algún cóctel más sofisticado.
Jalonando la calle también hay algunas tiendas interesantes, por ejemplo de artículos del hogar con sello de autor. No faltan tiendas de artículos hechos en cuero, lo que se conoce como marroquinería pero que, en realidad no es exclusivo de aquel país sino de otros muchos de cultura árabe. Además, también hay librerías, ya sean generalistas o de diferentes temáticas.
Pero para los amantes del arte y del coleccionismo, lo interesante no se circunscribe sólo a Rainbow Street: en las calles aledañas encontrarán galerías de arte con obras hechas por artistas locales, en estilo abstracto, naif y otras propuestas de vanguardia que son sencillamente inclasificables.
En cambio, la calle no dispone de grandes instituciones culturales, salvo la sede del British Council. El mencionado Rainbow Theater sigue en funcionamiento y es un buen lugar para presenciar ciclos de cine, en ocasiones ligados a festivales o ciclos de conferencias. Cuenta además con un pequeño escenario, lo que favorece la organización de pequeñas actuaciones.
Arquitectónicamente, encontrarás edificios del siglo XX, siendo los más interesantes los de principios de esa centuria, cuando se proyectaron pequeñas villas ajardinadas que hoy son sede de fundaciones o instituciones, como Mango House, en el estilo racionalista en boga, con sus característica balconada curva.
Y en general, pasear por esta calle puede ser interesante si se tiene tiempo, regalando algunas estampas agradables, como perspectivas de las calles aledañas y vistas panorámicas de las colinas circundantes.
