¿Te gustaría realizar un viaje cristiano a Israel para conocer los espacios más sagrados de esta religión? ¿Y quieres aprovechar además para cruzar al país vecino, Jordania, y visitar lugares tan fascinantes como Petra o Jerash? En ese caso, esta opción es perfecta para ti, puesto que incluye algunos destinos que todo turista religioso y amante de la historia debería conocer al menos una vez en su vida. Si quieres que esta ocasión sea la tuya, echa un vistazo a la siguiente propuesta..
Este circuito se plantea, principalmente, como un viaje cristiano a Israel. Por ello, buena parte del itinerario discurre por los principales destinos de este país. Es el caso de Jerusalén, ciudad sagrada para los creyentes de las tres religiones monoteístas y, muy en particular, para quienes profesan la fe cristiana. Por ello, y por sus espectaculares monumentos, es Patrimonio de la Humanidad desde 1981, y ocupa un lugar destacado en nuestro circuito.
Pero no será, ni mucho menos, el único lugar cristiano que visitaremos en este viaje. Cada jornada que pasemos en Israel, las referencias a la historia cristiana serán numerosas, ya sean episodios de la vida de Cristo, hechos narrados en el Viejo Testamento o incluso acontecimientos del periodo de las Cruzadas medievales.
La retahíla de lugares a visitar es amplia y la desgranamos más abajo: San Juan de Acre, el Mar de Galilea, Nazaret, Cafarnaúm, Belén, el Monte Carmelo, el río Jordán… Y todos ellos serán explicados por nuestro guía oficial para comprender su contexto religioso e histórico, que les otorga tanto valor simbólico.
Además, en este viaje cristiano a Israel también habrá tiempo para disfrutar libremente de otros lugares con menor significado religioso pero bellos desde un punto de vista turístico. Es el caso de Tel Aviv, la vibrante ciudad israelí bañada por el Mar Mediterráneo, con unas espléndidas playas para quienes deseen relajarse al comenzar o finalizar el circuito.
Jordania, que también forma parte de Tierra Santa, alberga lugares de enorme interés que pueden servir de perfecto complemento para un viaje cristiano por Israel. Así ocurre por ejemplo con Madaba, una ciudad visitada por viajeros de todo el mundo para contemplar precisamente la primera representación que se tiene de este territorio sagrado: un mapa-mosaico bizantino del siglo VI, en el interior de la iglesia de San Jorge.
Y por supuesto, nadie debería abandonar este país sin conocer antes algunos lugares que dejan boquiabiertos a todos los que se acercan a descubrirlos. Hablamos de Petra, declarada no solo Patrimonio de la Humanidad sino también una de las Siete Maravillas del Mundo Moderno. O Wadi Rum, un desierto que también ostenta el reconocimiento de Patrimonio Mundial de la Unesco. O Jerash, a menudo conocida como la ‘Pompeya de Oriente’ por sus extraordinarias ruinas romanas. En definitiva: un viaje cristiano por Israel y Jordania que ofrece otros muchos atractivos para cualquier turista en busca de belleza e historia.
Este viaje por Israel y Jordania tiene una duración de 12 días y 11 noches, con principio y final en la ciudad israelí de Tel Aviv (Aeropuerto Internacional de Ben Gurion). Aquí puedes consultar el programa detallado, jornada a jornada.
Este viaje cristiano por Israel y Jordania comienza en suelo israelí, en el Aeropuerto Internacional de Ben Gurion, a las afueras de la ciudad de Tel Aviv. Allí os estará esperando el personal de nuestra agencia para daros la bienvenida y ofreceros la asistencia que pudierais necesitar. Tras ello, nuestro chófer os trasladará en vehículo privado al hotel de Tel Aviv para realizar el check-in. En este mismo hotel se servirá la cena antes de ir a descansar a las habitaciones.
El segundo día de este viaje cristiano por Israel y Jordania sirve de toma de contacto con vuestro nuevo destino. Por ello, tras el desayuno buffet incluido en el hotel, la jornada se plantea libre. De este modo, podréis pasar usar vuestro tiempo para disfrutar de Tel Aviv o bien realizar alguna de las excursiones propuestas, en particular la del Mar Muerto.
Si decidís permanecer en Tel Aviv, descubriréis una ciudad moderna, pues de hecho es la urbe de creación más reciente de Israel, surgida principalmente a comienzos del siglo XX. Recibe a menudo el nombre de Ciudad Blanca, por el color predominante en muchos edificios, sobre todo en aquellos construidos por arquitectos judíos alemanes que escaparon de la persecución nazi en los años 30. Trajeron consigo el estilo Bauhaus y el resultado en la actualidad es un barrio Patrimonio de la Humanidad.
En cambio, quienes prefieran una jornada de relax para comenzar este viaje cristiano a Israel y Jordania pueden acudir a alguna de las playas de la ciudad: cuenta con 13, que ocupan cerca de 15 km de litoral, y las hay para todos los gustos, desde las más familiares a las más deportivas, pasando por las LGTBI o las reservadas a los bañistas religiosos que esperan máximo recato. Una señal de que esta es una ciudad abierta y tolerante, donde caben todas las personas.
En cambio, si preferís realizar la excursión al Mar Muerto, la experiencia será inolvidable. Por un lado, porque se trata del punto más bajo del planeta, a unos -400 metros respecto al nivel del mar. Y por otro, porque sus aguas son de una salinidad tan elevada que permite al bañista flotar sin esfuerzo. Además, sus barros son ricos en minerales, por lo que ambos elementos (aguas y lodos) son empleados habitualmente en la industria cosmética, y los establecimientos de las orillas están especializados en tratamientos termales y de bienestar.
Sea cual sea la opción elegida, la cena volverá a estar lista por la noche en el hotel, reservado en régimen de media pensión, como en el resto del circuito.
En el tercer día de este viaje cristiano a Israel, comienzan las visitas guiadas incluidas en el paquete. Son varias las previstas para esta jornada y todas, de máximo interés, por lo que el buffet libre del desayuno debe proporcionar fuerzas para la primera parte del día.
La primera visita nos llevará a Jaffa (Yafo en hebreo). Se trata del barrio más antiguo de Tel Aviv, que hasta mediados del siglo XX era un municipio aparte. Se trata de un pintoresco barrio de pescadores y artistas, que hace 3.000 años ya existía y, de hecho, es mencionado en la Torá y en el Viejo Testamento. Durante la Antigüedad fue un puerto por el que pasaban habitualmente las embarcaciones egipcias y fenicias. Y en siglos posteriores vivió las dominaciones de bizantinos, árabes, cruzados y otomanos, que también dejaron su huella, como podréis comprobar durante el tour.
Tras visitar Jaffa nos desplazaremos a Cesarea, otro lugar cargado de historia, aunque en este caso en forma de parque arqueológico. Aquí descubriremos los restos de un importante enclave portuario, fundado por Herodes el Grande en el siglo I a.C y ‘bautizada’ así en honor de César. En siglos posteriores fue una de las ciudades más prósperas del Mediterráneo Oriental, como demuestran sus yacimientos y monumentos romanos aún en pie, entre los que destaca su Teatro Romano. Civilizaciones posteriores también hicieron sus aportaciones: bizantinos, árabes, mamelucos, cruzados… Estos últimos, por ejemplo, emprendieron una importante reconstrucción de la ciudad, y así se podrá comprobar durante la visita, aunque la mayoría de esas construcciones quedaron reducidas a ruinas.
Después de la visita de Cesarea, proseguiremos por el litoral en dirección norte hasta llegar a Haifa. Aquí nos espera el primer gran lugar sagrado de nuestro viaje cristiano a Israel: la cordillera del Monte Carmelo, sobre la que se extiende en buena medida la ciudad. Además de las extraordinarias vistas que ofrece del entorno (Jardines Bahai y la Bahía de Haifa), este lugar está eternamente ligado a la Virgen del Carmen y a la orden religiosa de los carmelitas, fundada aquí por ermitaños o peregrinos en el siglo XII, inspirados por el profeta Elías, que se retiró a estas montañas en el siglo IX a.C. Y para conocer este episodio, nada mejor que nuestra visita al Monasterio de Stella Maris, ubicado aquí.
La ruta de esta jornada nos llevará después a otro lugar con mucha historia, unos kilómetros más al norte: Acre o San Juan de Acre, según denominación de los cruzados a finales del siglo XII. La ciudad, de nombre Akko en hebreo, tiene varios milenios de historia y su parte más antigua es Patrimonio Mundial de la Unesco. Nuestra visita se centrará en la Fortaleza de los Cruzados de la Orden Hospitalaria, con su espectacular Sala de las Columnas y numerosas leyendas ligadas al lugar.
Para concluir el día, nos desplazaremos hasta el hotel en el que cenaréis y os alojaréis por la noche, en la región de Galilea, a medio camino entre Acre y el Mar de Galilea, que conoceremos al día siguiente.
En este viaje cristiano por Israel, este cuarto día es uno de los que Jesús estará más presente, puesto que lo dedicaremos al Mar de Galilea y a lugares cercanos de gran significación, por estar relacionados con diferentes milagros obrados por Cristo.
Tras desayunar en el hotel, subiremos a nuestro vehículo para acercarnos hasta este gran lago, que también recibe el nombre de Lago Tiberíades. Al llegar, daremos un paseo en barco y, durante la travesía, será inevitable hacer mención a Cristo: aquí convenció a Pedro, Juan, Santiago y Andrés de abandonar su dura vida de pescadores para que le siguieran en su misión. Y sobre estas aguas, para disipar dudas, obró el milagro de los peces y el de sus pasos sobre las aguas.
Tras el paseo en barco, nos dirigiremos al Monte de las Bienaventuranzas, donde Jesús ejerció sus dotes de orador e impartió el famoso Sermón de la Montaña, aprovechando el desnivel natural de la ladera para emplearlo como un auditorio improvisado. Esta elevación natural se alza sobre la orilla norte del Mar de Galilea, y aquí se construyó en el siglo XX una iglesia conmemorativa del episodio.
También tiene su iglesia conmemorativa el milagro de la multiplicación de los panes y los peces, en la actual población de Tabgha. Se trata de un humilde templo benedictino y en su interior se encuentra la piedra sobre la que Cristo habría realizado este prodigio, que le sirvió para dar de comer a la multitud que le seguía desde Cafarnaúm. Un hermoso mosaico de finales del siglo V evoca dicho milagro.
Precisamente a Cafarnaúm nos dirigiremos después de esta visita. Se trata del poblado donde Jesús encontró a algunos de sus discípulos y comenzó a divulgar su mensaje. Este poblado hoy es un gran yacimiento arqueológico, que alberga lugares tan simbólicos como la Casa de Pedro, que también hizo las veces de iglesia, y una gran sinagoga.
Ya por la tarde, abandonaremos las orillas del Mar de Galilea pero no la región, pues aún quedarán importantes lugares que todo viaje cristiano a Israel debe incluir. Por ejemplo, Caná de Galilea, que es el probable lugar en el que Jesús realizó el milagro de convertir el agua en vino, en el transcurso de la Boda de Caná. Aquí se ubica, por tanto, la iglesia de la Boda de Caná, y es uno de los principales lugares de peregrinación para quienes visitan Tierra Santa, no solo por su enorme simbolismo, sino también por su belleza.
Y para concluir la jornada, Nazaret, otro de esos lugares fundamentales en la vida de Jesús y, por tanto, en todo viaje cristiano a Israel. A pesar de ser una de las ciudades con mayor población árabe de Israel, es también un lugar sagrado para el cristianismo: aquí es donde la Sagrada Familia tenía su hogar y dónde Jesús pasó su infancia. Además, aquí sería donde el Arcángel Gabriel le anunció a María la noticia de la llegada de su hijo. Por ello, los principales lugares a visitar están relacionados con ello: la Basílica de la Anunciación o iglesia de San Gabriel, así como la iglesia de San José donde el compañero de María tuvo su taller de carpintería.
Tras la visita de Nazaret regresamos a nuestro hotel en Galilea con tiempo para la cena y concluir así esta jornada, una de las más apasionantes e intensas de este viaje cristiano a Israel.
En el quinto día de este viaje cristiano por Israel y Jordania, el sentido místico y sobrenatural está muy presente, debido a los importantes lugares que están en el programa. Después del desayuno en el hotel de Galilea, nos dirigiremos hacia el primero de ellos: Safed.
Safed es una de las ciudades sagradas para el judaísmo (junto con Jerusalén, Tiberíades y Hebrón). La razón: ser la ‘capital’ de la Cábala, la vertiente más mística de esta religión. Sobre ello hablaremos ampliamente y pasearemos por sus callejuelas y sinagogas, que nos harán entender esta filosofía cercana al esoterismo. Su ubicación es, además, muy particular: a unos 900 metros de altitud, en una elevación muy pronunciada sobre el Mar de Galilea.
Desde Safed nos desplazaremos hasta el río Jordán, concretamente hasta uno de los lugares donde se cree que pudo ser bautizado Cristo por San Juan Bautista: Yardenit (el otro es Qasr el Yahud o Betania Más Allá del Jordán, más al sur). En este tramo del río se ha construido un recinto que da contexto a ese importante episodio bíblico y donde, además, muchos visitantes y peregrinos se sumergen en las aguas para emular el rito de purificación que llevó a cabo Jesús.
La última de las visitas de este quinto día es el Monte Tabor, otro lugar imprescindible en cualquier viaje cristiano por Israel. En esta imponente elevación natural se encuentra la Basílica de la Transfiguración, que conmemora ese fenómeno sobrenatural protagonizado por Jesucristo: el resplandor en que se vio envuelto para después entablar comunicación con los profetas Moisés y Elías, así como con Dios, quien le llamó “hijo”, en presencia de San Pedro, Santiago y San Juan. En esta basílica entraremos para conocer más sobre el monumento y lo que representa.
Y concluida esta última visita nos dirigiremos por carretera hacia Jerusalén, donde dormiremos las tres siguientes noches para descubrir con calma esta ciudad sagrada, pues es una parada clave en este viaje cristiano por Israel. A la llegada al hotel, se servirá la cena para después retirarnos a las habitaciones a descansar.
Nuestro primer día en Jerusalén comenzará con el desplazamiento, después del desayuno, al museo Yad Vashem. En este viaje cristiano por Israel, dominado por sentimientos de amor, fraternidad y misericordia, no podía faltar una visita a este lugar cargado de emotividad.
Yad Vashem es el museo dedicado al recuerdo de las víctimas del Holocausto, perpetrado por los nazis en el contexto de la Segunda Guerra Mundial. Pese a ser un lugar promovido por las autoridades israelíes y, por tanto, judías, ofrece un homenaje y un aprendizaje que son compartidos por cualquier religión y cualquier persona de paz.
Tras visitar este museo pondremos rumbo a los lugares más céntricos de Jerusalén, empezando por el Monte de los Olivos. Esta montaña, situada al este de la Ciudad Vieja, ofrece unas magníficas vistas panorámicas de Jerusalén y, al mismo tiempo, está plagada de lugares sagrados para judíos y cristianos. Para los primeros, por su espectacular Cementerio Judío, el más importante de esta religión. Y para los cristianos, por los lugares relacionados con la última oración de Jesús y su posterior arresto. Para rememorar esos momentos trascendentales en la vida de Cristo, visitaremos el Huerto de Getsemaní y su Basílica, también llamada de la Agonía o de las Naciones.
Después, nos dirigiremos al interior de la Ciudad Vieja, donde se encuentran los lugares más sagrados para las tres religiones monoteístas, como tendremos ocasión de ver y visitar en primera persona. Nos dirigiremos a la Explanada de las Mezquitas, desde donde los musulmanes creen que Mahoma ascendió a los cielos (Cúpula de la Roca). También veremos el Muro de las Lamentaciones o Muro Occidental, que es lo único que queda en pie del Segundo Templo de Salomón, destruido por las tropas romanas de Tito en el 70 d.C. Y, por supuesto, recorreremos la Vía Dolorosa, la que completó Jesucristo camino de su Crucifixión. Su muerte aconteció en el Monte Calvario, justo donde tiempo después se construyó la iglesia del Santo Sepulcro (que visitaremos) y en cuya cripta está el sepulcro vacío de Jesús.
En el último tramo del día nos desplazaremos al Monte Sion, junto a la entrada sur de las murallas. Aquí encontraremos varios edificios cargados de simbolismo. Por un lado, la tumba del Rey David, que también es considerado profeta para cristianos y musulmanes. Y por otro, el Cenáculo, es decir, la estancia donde se cree que pudo desarrollarse la Última Cena de Jesús con sus apóstoles. Y muy cerca de aquí, la Abadía de la Dormición, un edificio del siglo XIX construido para conmemorar el lugar donde la Virgen María habría entrado en sueño eterno.
Todos estos lugares son, por tanto, imprescindibles en cualquier viaje cristiano a Israel, así que son protagonistas en nuestro sexto día de circuito. Al final de la jornada regresaremos a nuestro hotel para la cena y el descanso.
En este séptimo día de nuestro viaje cristiano por Israel, tomamos Jerusalén como punto de partida para varias excursiones muy cercanas, que nos ocuparán el día completo. Por ello, el desayuno en el hotel nos cargará de energías para las visitas de la jornada.
La primera de ellas es muy especial: Belén. En esta población, hoy en territorio de Cisjordania, nació Jesús. Concretamente en una gruta que hoy forma parte de la Basílica de la Natividad. Es Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y uno de los primeros templos cristianos en construirse, por deseo del emperador Constantino I, en estilo paleocristiano. También conoceremos el Campo de los Pastores, con su pequeño templo que conmemora la visita de los pastores y, por tanto, el primer anuncio del nacimiento de Jesús. Sin duda, un lugar muy especial en fechas navideñas, pero que puede ser visitado con igual emoción durante todo el año.
Desde Belén regresaremos a Jerusalén, esta vez para descubrir la zona más moderna de la ciudad. En ella visitaremos el Museo de Israel, donde se encuentra el Santuario del Libro: ahí se exponen los famosos Rollos del Mar Muerto, uno de los documentos más antiguos que se conservan de la Torá o Antiguo Testamento. Además, maquetas del Jerusalén herodiano y otros recursos divulgativos nos ayudarán a entender mejor cómo era la ciudad y la región en tiempos bíblicos.
Por último, nos desplazaremos al barrio de Ein Karem, uno de los más pintorescos de Jerusalén por su ambiente de artesanos. También lo es por la presencia de importantes templos, que merecen estar en este viaje cristiano por Israel: por un lado, la iglesia de San Juan Bautista, sobre el lugar de nacimiento de este profeta y fiel seguidor de Cristo; y por otro, la iglesia de la Visitación, que conmemora el encuentro entre Isabel y María, ambas embarazadas de sus respectivos hijos, Juan y Jesús.
Con la visita de Ein Karem y sus templos, daremos por concluido nuestro tour por Jerusalén y su entorno, por lo que regresaremos al hotel para cenar y descansar, de cara al siguiente día, que nos llevará a tierras jordanas.
En el octavo día, nuestro viaje cristiano por Israel y Jordania llega a este segundo país. Para ello, tras desayunar en el hotel de Jerusalén, partiremos hacia el puesto fronterizo de Sheikh Hussein, el ubicado más al norte y el más cercano a la ciudad que ocupará nuestra mañana: Jerash.
Se trata de la antigua Gerasa, urbe romana que formaba parte de la llamada Decápolis (diez ciudades de gran importancia en el extremo oriental de aquel gran imperio). Su florecimiento cultural y económico es fácil de imaginar por su gran parque arqueológico: aún se conservan importantes monumentos como dos teatros, numerosos templos paganos y cristianos, un circo o hipódromo y el Cardus Maximus, que lleva al visitante hacia la espectacular Plaza Ovalada, antiguo foro. No es casualidad, por tanto, que el emperador Adriano la visitara y en su honor se erigiera el Arco del Triunfo que todavía hoy se puede admirar.
Tras esta visita, que supone todo un viaje inmersivo en el tiempo, nos desplazaremos hasta Ammán, la capital jordana. En esta ciudad, la más grande y vibrante del país, haremos un breve recorrido panorámico de la ciudad para descubrir sus lugares más representativos. Por ejemplo, el Teatro Romano, pues Ammán puede también presumir de tener una historia de varios miles de años, con dominación romana incluida.
Después del tour panorámico por Ammán, acudiremos al hotel reservado en esta ciudad, donde antes de descansar se servirá la cena.
En este noveno día de viaje cristiano a Israel y Jordania dejamos, momentáneamente, de centrarnos en los lugares y episodios sagrados de esta religión. Pero merece la pena porque pondremos el foco en un destino único e irrepetible: Petra. Por tanto, nos levantaremos temprano y desayunaremos en el hotel para viajar hasta este enclave situado al sur del país.
Nada más llegar al Centro de Visitantes y entrar al recinto nos daremos cuenta de que este es un lugar especial. Pasaremos la Tumba de los Obeliscos y nos adentraremos en el Siq o cañón que, más adelante, desemboca en el monumento más famoso de Petra: el Tesoro, construido cuando el imperio nabateo alcanzó su cénit, entre los siglos I a.C y I d.C. Los más cinéfilos, además, recordarán las escenas que Harrison Ford grabó aquí como Indiana Jones.
Pero Petra no acaba ahí, ni mucho menos. A espaldas del Tesoro se nos abre un lugar sobrecogedor de cañones y monumentos labrados en la roca: la Calle de las Fachadas, el Teatro, los templos de religión nabatea, la Calle Columnada en la antigua ciudad romana… Y como guinda al recorrido, los más de 800 escalones que nos llevan al Monasterio Al Deir, llamado así porque ese fue el uso que le dio la civilización bizantina en los primeros tiempos del cristianismo.
Sin duda, un destino extraordinario que se ha conservado a lo largo de los siglos gracias, en buena medida, a que sus espacios siguieron siendo usados por las tribus beduinas locales. La visita nos dejará una colección de recuerdos que podréis compartir y comentar desde esta misma noche, en el hotel donde cenaréis y dormiréis, ubicado Wadi Musa (la población adyacente a Petra).
Tras desayunar en el hotel de Wadi Musa, volveremos a nuestro vehículo para proseguir en dirección sur, pues nos espera otro de los grandes reclamos turísticos de Jordania: el desierto de Wadi Rum.
Se trata de otro de los lugares inmortalizados por el cine, en este caso Lawrence de Arabia, película que tiene por protagonista a T.E. Lawrence, militar y escritor británico que participó en la Rebelión Árabe contra el Imperio otomano. Pero aunque muchos lo asocien a ello, en realidad la belleza y magnetismo de esta reserva natural se aprecia con facilidad nada más llegar. Y sobre todo, en las rutas en 4×4 que recorren pistas y dunas del desierto, como la que nosotros haremos durante dos horas. Ante nuestros ojos aparecerán montañas de formas imposibles, puentes y arcos de piedra, cañones rocosos con petroglifos y pequeños oasis de vegetación…
Después de vivir esta experiencia en el desierto, regresaremos a Ammán por carretera. Pero de camino nos detendremos en otro de esos lugares que no pueden faltar en un viaje cristiano por Israel y Jordania: Madaba. Esta ciudad, muy importante en los primeros siglos del cristianismo, ha destacado siempre por su espíritu tolerante y por la convivencia interreligiosa. No es casualidad que aquí la proporción de seguidores de Jesús sea la más alta de todo el país, y que el número de iglesias sea también muy elevado. Precisamente en una, la de San Jorge, entraremos para conocer de cerca un auténtico tesoro: el mapa-mosaico bizantino de Tierra Santa, considerada la representación cartográfica más antigua de este territorio.
Después de admirar esta joya histórica, religiosa y artística, completaremos el viaje por carretera hasta Ammán, donde vuelve a estar nuestro hotel, con la cena incluida.
En el undécimo día de circuito, abandonamos Jordania para volver a Tel Aviv y pasar allí la última noche. Será un día de ritmo más relajado, puesto que después del desayuno partiremos hacia el paso fronterizo de Allenby para cruzar la frontera con calma y llegar hasta la ciudad donde empezó nuestro viaje cristiano por Israel.
En función de la espera que encontraremos en la frontera, quedará más o menos tiempo libre en Tel Aviv, pero en cualquier caso puede resultar un buen momento para realizar las últimas compras o disfrutar de esta moderna ciudad con algún plan de ocio, gastronomía o playa, por ejemplo. Y al caer la noche, en el hotel se ofrecerá la cena, previa al último descanso del viaje.
Después de doce días de viaje cristiano por Israel y Jordania, y tras haber visitado también otros lugares de enorme interés turístico, llega el momento de poner fin al circuito. Tras desayunar en el hotel, puede que quede tiempo libre para dar un último paseo por la ciudad. Y a la hora acordada, os recogeremos en el hotel para el traslado al Aeropuerto Internacional de Tel Aviv Ben Gurion. En la terminal ofreceremos la última asistencia que pueda ser necesaria y nos despediremos con todo nuestro agradecimiento, deseando que pronto se produzca un reencuentro en Tierra Santa o en otros destinos gestionados por nuestra agencia.
En 12 días de viaje cristiano por Israel y Jordania, los servicios más importantes están incluidos en el paquete. Son los siguientes:
Estos son los servicios y costes que no están incluidos en el paquete de viaje cristiano por Israel y Jordania
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