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Pocos países como Jordania concentran en poco espacio tantos espacios monumentales y naturales de alto valor: ciudades romanas, desiertos de mil caras, un mar que no lo es pero derrocha sal en sus aguas, mosaicos que son obras de arte y mapas históricos al mismo tiempo… Y todo ello lo podrás ver en apenas 8 días gracias a esta propuesta de viaje. Además, la ruta no llega hasta el Mar Rojo, en el extremo sur del país, por lo que hacer este circuito por Jordania sin vuelos es una opción ideal: utilizaremos un vehículo de nuestra agencia para recorrer por carretera los destinos más famosos y espectaculares del país: Petra, Wadi Rum, el Mar Muerto… Toma nota de la propuesta y vive una experiencia turística que recordarás toda la vida.
Si lo que estabas buscando era un circuito por Jordania sin vuelos, esta propuesta puede encajarte. Lo llamamos así porque, como puedes consultar al final, los vuelos internacionales de entrada y salida del país no están incluidos, de modo que podrás elegir libremente la aerolínea, las fechas del viaje y el aeropuerto desde el que efectuar el trayecto hacia/desde Ammán.
Pero lo que es más importante: lo podemos considerar un circuito por Jordania sin vuelos porque dentro del programa no hay previsto ningún vuelo doméstico, que en este país realizan siempre la ruta Ammán-Aqaba. En cambio, todo el viaje se realiza en uno de nuestros confortables vehículos con aire acondicionado, aprovechando así los desplazamientos por carretera para hacer paradas y descubrir los lugares de interés a nuestro paso.
Además, la opción de viajar por carretera conecta con un elemento identitario del país: las rutas caravaneras que atravesaron durante siglos y milenios su geografía, desde Siria a Arabia y desde Irak a Egipto. Esas rutas son hoy carreteras históricas, como la Carretera del Rey o la Carretera del Mar Muerto, que recorreremos en este circuito por Jordania sin vuelos.
Pero la elección de organizar un circuito por Jordania sin vuelos no es solo una cuestión de comodidad y presupuesto: con un vehículo privado como los de nuestra agencia, podemos integrar en la ruta destinos turísticos de enorme interés, ya sea desde un punto de vista cultural o natural, con un toque de aventura que gustará a los viajeros más atrevidos.
Para entenderlo, basta citar lugares icónicos del programa como Petra, la ciudad nabatea excavada en la roca. O Jerash, urbe romana apodada la ‘Pompeya de Jordania’. O incluso los espacios de devoción religiosa como el Monte Nebo y las iglesias bizantinas de Madaba. Sin olvidar sus castillos medievales que nos retrotraen a la época de las Cruzadas.
Y desde un punto de vista natural, se pueden destacar lugares tan fascinantes como el desierto de Wadi Rum, que encandiló a T.E. Lawrence (Lawrence de Arabia). O el Mar Muerto, que puede presumir de ser el punto más bajo de La Tierra (-400 msnm). O incluso la reserva natural de Ajloun, de fauna y flora mediterráneas, que aparecerá ante nuestros ojos en una de las excursiones.
El itinerario propuesto en este circuito tiene una duración de 8 días y 7 noches, con inicio y fin en Ammán, capital del país y gran puerta de entrada a Jordania gracias a su aeropuerto internacional. Aquí puedes consultar el desarrollo del programa, jornada a jornada.
El primer día de este circuito es el de ‘aterrizaje’: nuestro personal os estará esperando en el Aeropuerto Internacional de Ammán Reina Alia, donde habrá que hacer los trámites fronterizos habituales para entrar al país. Y ya fuera de la terminal, os trasladaremos en un vehículo privado con chófer hasta el hotel, situado en la capital, donde no solo haréis noche sino que también tomaréis la cena (si se llega antes de las 21.00).
En el hotel de Ammán tomaréis el primer desayuno de este circuito. Y allí os recogerá nuestro personal para iniciar una excursión de lo más fascinante: el Mar Muerto, a unos 50 km de distancia. Para llegar hasta aquí, la carretera desciende de manera acentuada, hasta alcanzar los -400 metros respecto al nivel del mar, puesto que esta gran masa de agua es el punto más bajo del planeta.
Pero más allá de esta particularidad, visitar este enorme lago endorreico merece la pena por otro motivo: entrar en contacto con sus aguas, que tienen un nivel de salinidad tan elevado que hacen flotar a sus bañistas sin dificultad. Y eso es precisamente lo que podrás hacer durante la mañana, pues el paquete incluye las entradas a las instalaciones al aire libre en Amman Beach 2. Por eso, tantas personas acuden hasta aquí y se hacen una simpática fotografía leyendo el periódico, movidos también por su composición mineral beneficiosa para determinados problemas de salud.
Concluido el baño, recogeremos los bártulos para volver a Ammán por carretera, con tiempo suficiente para tener la tarde libre. De esa manera, podréis organizar el tiempo según vuestras preferencias: ya sea para visitar sus lugares icónicos, entrar a alguno de sus interesantes museos, comprar artesanía local en sus tiendas tradicionales o realizar cualquier otra actividad de ocio. Al final de la jornada, os esperará una nueva cena y otra noche de descanso en el hotel.
En este tercer día de viaje, abandonamos Ammán e iniciamos una de las jornadas con recorrido de mayor distancia. Al tratarse de un circuito por Jordania sin vuelos, subiremos a bordo de un vehículo privado de nuestra agencia con todas las comodidades para visitar los lugares previstos en el programa.
Después de desayunar en el hotel, nos dirigiremos a Madaba: conocida por su pasado cristiano, aún presente en buena medida en sus calles, en esta ciudad hay una iglesia que esconde un ‘tesoro’: la iglesia de San Jorge, donde está el mapa-mosaico bizantino de Tierra Santa, la más antigua representación de este territorio sagrado para las tres religiones monoteístas.
Esa Tierra Santa, también llamada a menudo Tierra Prometida, es la que contempló con sus ojos Moisés desde el cercano Monte Nebo. Y hacía allí nos dirigiremos a renglón seguido: en lo alto de esta montaña hay un recinto religioso conmemorativo de ese episodio, así como un espacio de interpretación y un mirador que permite al viajero divisar lo mismo que el profeta. Entre otras cosas, el Mar Muerto, Jericó y Jerusalén en días claros.
Tras ambas visitas llenas de religiosidad, nuestro vehículo pondrá rumbo al sur, atravesando las áridas tierras centrales de Jordania. En este trayecto, solo haremos una breve parada en el castillo de Shobak, que bien lo merece por su poder evocador: lo construyeron en el siglo XII los cruzados según órdenes de Balduino I, rey de Jerusalén, y fue bautizado como Mont Real, pero décadas después fue tomado por los ayyubíes de Saladino, en una más de sus victorias reconquistadoras.
Conocer las ruinas de esa fortaleza de enorme importancia es un buen epílogo al plan de esta tercera jornada, que tiene su punto final en Wadi Musa: en esta localidad, anexa a Petra, se ubicará el hotel donde tomaréis la cena y dormiréis por la noche antes de la importante visita del día siguiente.
El cuarto día es, para muchos, el ‘plato fuerte’ de este circuito por Jordania: está dedicado por completo a Petra, antigua capital del imperio nabateo, engrandecida después por los romanos y declarada en 1985 Patrimonio Mundial por la Unesco. Por ello, nada más terminar el desayuno en el hotel, nos dirigiremos al Centro de Visitantes para iniciar la visita.
Para ello, nos valdremos de un servicio de caballos a la entrada, que nos permitirá agilizar los desplazamientos. Tras dejar atrás la Tumba de los Obeliscos, recorreremos el espectacular Siq (cañón rocoso), que desemboca en el archiconocido Tesoro: una tumba real (Aretas III, siglo I a.C) con fachada de columnas y frontón, que popularizó Harrison Ford en Indiana Jones y la Última Cruzada y que en pleno siglo XXI no ha perdido ni un ápice de su encanto.
Pero más allá del Tesoro hay otros muchos espacios interesantes por descubrir, empezando por la Calle de las Fachadas y siguiendo por su Teatro y el núcleo urbano propiamente dicho. Petra era conocida por los nabateos como Raqmu, y los turistas la llaman hoy la Ciudad Rosa, por el color rosáceo de las paredes rocosas al reflejar los rayos del sol. Y si las fuerzas lo permiten, llegaremos al Monasterio Al Deir, de belleza comparable al Tesoro, que espera a quienes completen una subida de centenares de escalones.
Toda la visita es guiada para optimizar el tiempo y para descubrir los detalles más interesantes de este enclave único. Y concluida la visita, regresaréis al hotel de Wadi Musa para tomar la cena y para disfrutar de un merecido descanso.
Petra tiene una ‘hermana menor’, la Pequeña Petra, llamada así por su tamaño, pero no por falta de interés, pues supone un lugar con gran capacidad para asombrar. Por ello, la mañana del quinto día de ruta la emplearemos en visitarla, después de tomar el desayuno en el hotel.
La Pequeña Petra, en la cercana localidad de Al Beida, fue posiblemente un caravasar o un asentamiento que daba servicio a la capital nabatea, quizás como núcleo agrícola, comercial o logístico. Lo cierto es que muchas de sus estructuras, también excavadas en la roca y articuladas en torno a cañones, se mantienen en la actualidad, para disfrute del turista: viviendas, tumbas, templos y otros espacios aún por descifrar, que el visitante puede conocer en un ambiente más tranquilo que en la Petra ‘mayor’.
Desde la Pequeña Petra viajaremos a otro de los grandes atractivos jordanos: el desierto de Wadi Rum, que es también Patrimonio de la Humanidad. Su fama en Occidente llegó en buena medida por T.E. Lawrence (Lawrence de Arabia), escritor y militar británico que participó en la Rebelión Árabe. Pero este espacio natural mágico fue conocido y poblado por zamudíes, nabateos, romanos, beduinos… como se puede entender en los petroglifos de sus cañones. Y para llegar a los lugares más recónditos de la reserva, nos subiremos a bordo de un todoterreno 4×4.
Al final del día, el cansancio será la prueba de que la jornada se ha exprimido al máximo. Pero aún habrá que conservar la suficiente energía para mantener los ojos y la mente bien abiertos: nos alojaremos en confortables tiendas beduinas dentro de un campamento en pleno desierto, y sobre nuestras cabezas surgirá un cielo de brillantes estrellas, existente en muy pocos lugares en el hemisferio norte. En este ambiente de paz y quietud, se servirá la cena, incluida en la media pensión del campamento.
El despertar del sexto día no será como el de los demás: dormir en una tienda en el desierto te ofrece la posibilidad de presenciar el amanecer en esta reserva natural, lo que supone un espectáculo único en el mundo. Las luces que proyectan los primeros rayos del sol sobre las montañas rocosas y los tonos de mil matices que va adquiriendo el cielo llenan de magia el comienzo de la jornada. Y en este ambiente tomaréis el desayuno en el campamento.
Tras ello, volveremos a nuestro vehículo habitual para viajar de vuelta a Ammán. En la capital dispondréis de tiempo libre para planificar el día según vuestras preferencias. Por ello, es el momento ideal para realizar compras, reservar alguna actividad de ocio o visitar algún museo. Independientemente de la elección, podréis tomar la cena en el hotel, reservado en media pensión en el centro de la ciudad.
Aunque este sea un circuito por Jordania sin vuelos, los tiempos y los desplazamientos están optimizados al máximo, como demuestra esta penúltima jornada: el programa se acerca a su fin, pero todavía aguardan importantes visitas y sorpresas al viajero, en este caso en el norte del país.
Antes de desplazarnos hacia esa región, se servirá el desayuno en el hotel y realizaremos una visita urbana por Ammán para descubrir sus rincones más interesantes, como la Ciudadela, el Museo Arqueológico y el Teatro Romano, icono de la antigua Filadelfia (nombre con el que se la conoció en la Antigüedad).
Tras ello, viajaremos a Jerash, llamada por los romanos Gerasa: su interés radica en su extraordinario nivel de conservación, con importantes monumentos aún en pie, como el Arco de Adriano, la Plaza Oval, dos teatros, un circo romano o hipódromo, templos y fuentes ornamentales… Además, se aprecia muy bien el urbanismo clásico romano, basado en los ejes Cardus y Decumanus.
Por último, habrá tiempo para visitar el cercano castillo de Ajloun, una fortaleza medieval, muy relacionada con la de Shobak pero muy distinta a ella: la construyeron las tropas de Saladino en tiempos de los cruzados (siglo XII) y la reconstruyeron los mamelucos tras el asalto de los invasores mongoles en el siglo XIII. Además, el área circundante no tiene nada que ver: las vistas desde el castillo nos permiten hundir la mirada en la reserva natural de Ajloun, la zona más verde de Jordania.
Ya bien entrada la tarde, emprenderemos regreso a Ammán y en el hotel podréis disfrutar de la última cena en el país, previa a la noche final de este intenso circuito por Jordania, sin vuelos pero con mucho camino a las espaldas.
El octavo es el último día de este circuito por Jordania y lo dedicaremos a organizar el regreso a casa de forma tranquila y ordenada. El desayuno se servirá en el hotel y después, en función de los horarios del vuelo, os encontraréis con nuestro chófer para el traslado en vehículo privado al Aeropuerto Internacional de Ammán Reina Alia. Ya en la terminal ofreceremos la última asistencia antes de embarcar y nos despediremos llenos de gratitud por la confianza depositada en Jordania Exclusiva.
Con los siguientes servicios incluidos en el paquete, la experiencia de viaje será confortable, segura y enriquecedora:
Por el contrario, hay una serie de servicios que no están incluidos en el paquete, sobre los que el viajero puede decidir. No obstante, nuestro personal brindará asistencia al respecto.
Agencia de viajes y DMC especialistas en viajes a Jordania privados y a medida
Mandala Tours, S.L, NIF: B51037471
Licencia: C.I.AN-187782-3
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