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Ain Ghazal en Jordania: por qué visitarlas

Si eres un viajero interesado en la historia y la arqueología, descubrir las estatuas de Ain Ghazal en Jordania puede ser una propuesta de lo más interesante. En este post te contamos qué son, dónde están y, sobre todo, cuáles son los motivos que te convencerán de hacerles un hueco en tu programa de viaje. 

Qué son y dónde están las estatuas de Ain Ghazal

Las estatuas de Ain Ghazal son una serie de figuras antropomorfas y zoomorfas que fueron halladas hace décadas en el yacimiento del mismo nombre, en la periferia norte de la capital, Ammán, mientras se realizaban los trabajos de construcción de la autopista de Zarqa. 

Están datadas en el octavo milenio a.C y forman parte de la colección del Museo de Jordania, al que hacíamos referencia en este post. Además, hay algunos ejemplares repartidos por otros museos del mundo, en especial el Museo Británico de Londres y el Museo del Louvre de París. Por tanto, no hay que confundir estas estatuas con el yacimiento arqueológico en sí, que no está habilitado para la visita turística, ni tampoco con las estatuas de otros museos.

Motivos para contemplar las estatuas de Ain Ghazal

Como decíamos, si te apasiona la historia y la arqueología, no necesitarás razones para contemplar las estatuas de Ain Ghazal. Pero si estás dudando si visitar el Museo de Jordania o no, estos son algunos motivos que te convencerán para hacerlo.

#1. Seña de identidad local

Aunque Jordania y Ammán tienen otros muchos símbolos que sirven de reclamo turístico para los visitantes, estas estatuas se han convertido en una seña de identidad local, dada su originalidad. Así que si te gusta visitar y conocer elementos realmente auténticos, no deberías pasar por alto una visita a estas figuras tan singulares. 

#2. Extraordinaria antigüedad

Uno de los aspectos que convierte en únicas a las estatuas de Ain Ghazal es su extraordinaria antigüedad: datadas en el octavo milenio a.C, durante el Neolítico precerámico, están consideradas como una de las primeras representaciones de la figura humana en formato escultórico.

#3. Llamativos materiales

Acostumbrados a contemplar estatuas antiguas en piedra o incluso en metal, resulta llamativo que estas estatuas hayan sobrevivido tanto tiempo a pesar de haber sido realizadas en materiales tan sencillos: yeso de piedra caliza sobre un núcleo de cañas de junco. Y para los ojos, que aparecen perfilados, se empleó betún. No se han conservado en cambio las pelucas o tocados que pudieron cubrir sus cabezas.

#4. Estética muy llamativa

Basta contemplar durante unos segundos estas estatuas de Ain Ghazal para darse cuenta de su llamativa estética, gracias sobre todo al hiptónico perfil de los ojos y a los cuerpos desproporcionados, con un tronco reducido y ausencia de extremidades superiores. Además, algunos ejemplares son bicéfalos, con dos cabezas sobre el sencillo busto.

#5. Cierto halo de misterio

No existe consenso a la hora de explicar cuál era el fin de estas estatuas de Ain Ghazal. Y como consecuencia de ello, hay un cierto halo de misterio sobre ellas. Y más aún teniendo en cuenta que algunas de ellas presentan signos de apuñalamiento en sus partes vitales. Por tanto, mientras que algunos expertos creen que podrían tener un sentido votivo para rendir culto a los antepasados, otros argumentan todo lo contrario: eran figuras sobre las que se practicaba algún tipo de ritual de castigo.

En definitiva: las estatuas de Ain Ghazal son piezas de incalculable valor, tanto por su antigüedad como por su singularidad, así que si tienes interés en descubrirlas, no dudes en indicárnoslo en el momento de diseñar tu programa de viaje: nos encargaremos de asesorarte sobre la mejor forma de visitar el Museo de Jordania, donde están expuestas.

Imagen: Jeanhousen. Wikimedia Commons

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