Petra fue una ciudad nabatea en la que las tumbas ocuparon un lugar destacado, como cualquier visitante puede entender en la actualidad. De hecho, durante mucho tiempo se llegó a pensar que Petra no se trataba de una ciudad sino simplemente de una inmensa necrópolis llena de tumbas. De ellas, las Tumbas Reales de Petra son quizás las más destacadas. A ellas dedicamos este post, pero también a otros lugares de sepultura que resultan interesantes por su historia, ubicación o belleza.
Qué son y dónde están las Tumbas Reales de Petra
Los nabateos no destacaron como grandes arquitectos, pero sí como magníficos escultores: pronto descubrieron que la blanda piedra arenisca de sus cañones y acantilados se podía trabajar fácilmente para crear cuevas artificiales en las que emplazar viviendas (aunque la mayoría eran tiendas como la de los beduinos), locales, templos y, sobre todo, tumbas.
A ellas dedicaban grandes esfuerzos y sus mejores recursos decorativos. La mayoría disponían no sólo de cámaras sepulcrales o loculi (nichos) en los que insertar los cuerpos, sino también otras salas para reuniones y eventos relacionados con el difunto. Aunque estos espacios han llegado hasta nosotros con la piedra ‘desnuda’, se sabe que se revestían de yeso y se policromaban.
De todas ellas, las Tumbas Reales de Petra son la mejor concentración de monumentos funerarios de esta ciudad. Para llegar hasta ellas hay que dejar atrás el Tesoro y el Teatro, por lo que se encuentran en el mismísimo corazón del recinto.
Como su propio nombre indica, esta espectacular hilera de tumbas se asocia a gobernantes o reyes de Petra, aunque las evidencias arqueológicas no han demostrado a quiénes pertenecían exactamente, pues en la actualidad ya no quedan elementos asociados a sus difuntos. En cualquier caso, se pueden datar entre los siglos I a.C y II d.C, cuando esta civilización alcanzó su apogeo.
Lo que sí queda y puede admirarse es la rica decoración exterior de la fachada. Aquí están representadas las principales tipologías de las tumbas nabateas, en algunos casos realmente originales y, en otros, claramente inspirados en la arquitectura ptolemaica del Antiguo Egipto, especialmente la de la ciudad de Alejandría. En este sentido, podemos encontrar tumbas con merlones y escalonadas, tumbas con frontones y pilastras y las llamadas tumbas clásicas o clásica-compleja, con una gran variedad de elementos.
Las más famosas son:
- La Tumba de la Urna, llamada así por la enorme urna que tiene sobre su frontón. Se cree que pudo ser el lugar de enterramiento del rey Malichos II o de Aretas IV
- Tumba de la Seda, llamada así quizás por el aspecto refinado de sus rocas y vetas
- Tumba Corintia, muy helenizante
- Tumba del Palacio, por su aspecto palaciego
Otras tumbas de Petra
Aunque la hilera de Tumbas Reales de Petra son las más destacadas, no son las únicas, ni mucho menos: repartidas por el resto del recinto hay otras muchas, algunas incluso más espectaculares y famosas. Aquí enumeramos algunas de ellas:
- El Tesoro (Al-Khazneh): sin duda, la más famosa, auténtica seña de identidad y reclamo turístico de este destino. Pudo ser también el lugar de enterramiento del mencionado Aretas IV
- Tumba de Sexto Florentino, para un gobernador romano de Arabia
- Tumba del Soldado Romano, llamada así por la estatua que se ubica frente a ella
- Tumba del Jardín, que quizás fuera un templo
Como ves, más allá de las Tumbas Reales de Petra hay otras muchas repartidas por todo el territorio que permiten comprender el universo religioso y artístico de la civilización nabatea. Así que si vas a venir de viaje hasta aquí, abre bien los ojos y prepárate para descubrir un lugar único que todavía hoy irradia espiritualidad.
