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Este circuito llamado Jordania imprescindible te lleva, como su propio nombre indica, a esos lugares que ningún viajero puede pasar por alto en un tour por este país, al menos si solo dispone de aproximadamente una semana para ello. Esta ruta te llevará principalmente por el interior y por el desierto, donde se ubican destinos tan icónicos como Petra, Wadi Rum o el Mar Muerto. Toma nota de este circuito y elígelo si quieres exprimir al máximo cada minuto de tu viaje.
Cuando hablamos de la Jordania imprescindible, pensamos en esos lugares que sirven de imán para turistas de todo el mundo, esos que a todos nos vienen a la cabeza cuando pensamos en este país. Por encima de todos está, quizás, Petra: esta ciudad nabatea escondida entre cañones rocosos no solo es Patrimonio de la Humanidad por la Unesco sino, además, una de las Siete Maravillas del Mundo Moderno. Y por si fuera poco, es también un lugar muy cinematográfico, especialmente por ser uno de los escenarios de Indiana Jones y la Última Cruzada.
También es Patrimonio Mundial de la Unesco el desierto de Wadi Rum, en este caso popularizado en Occidente por otro personaje y otra película: T.E. Lawrence, de Lawrence de Arabia. Sus montañas y formaciones rocosas, de caprichosas formas, dejan a los viajeros boquiabiertos, así como los colores y el silencio que se forman en el ambiente: el atardecer, la noche cerrada y el amanecer son aquí realmente especiales.
Y otro de esos lugares que no tienen parangón en otros rincones del mundo y que forman parte de la Jordania imprescindible es el Mar Muerto. Este lago extremadamente salado es muy apreciado por las propiedades terapéuticas de sus aguas, que permiten al bañista flotar sin esfuerzo. Además, se trata del punto más bajo del planeta (-400 metros con respecto al nivel del mar, aproximadamente), lo cual añade aún más encanto al destino.
Además de mostrar en Jordania lo imprescindible, este circuito ofrece otras muchas sorpresas al viajero. Sin ir más lejos, la capital, Ammán: es la ciudad más grande y, por ello, la más vibrante, pero también una buena guardiana de tradiciones locales y monumentos históricos. Aunque para historia, la de Jerash y la de Ajloun, lugares de gran importancia en tiempos de los romanos y de las Cruzadas, respectivamente. Y para los más interesados en la religión, hay dos visitas llenas de significado: Madaba por sus ricos mosaicos cristianos y el Monte Nebo por ser el lugar en el que Moisés pasó sus últimos y trascendentales días.
Se puede decir que lo único que se queda fuera del programa es el Mar Rojo (Aqaba), un destino especial para los interesados en el buceo y el turismo vacacional de sol y playa. Y nuestra agencia ofrece numerosos circuitos con ese destino. Pero si tu idea es venir a Jordania a exprimir cada minuto con visitas culturales y experiencias singulares, sin duda Jordania imprescindible es una de las mejores propuestas, con la que no echarás de menos nada más.
Este circuito tiene una duración de 8 días y 7 noches, con inicio y final en Ammán. Al tratarse de un circuito relativamente breve por Jordania, lo imprescindible acapara todo el protagonismo en esta ruta por carretera. Este es el programa.
La primera jornada del circuito supone la llegada al país. En concreto, al Aeropuerto Internacional de Ammán Reina Alia. Allí estará esperando nuestro personal para daros la bienvenida y realizar una primera asistencia en la terminal. De ahí iremos al vehículo privado con el que nuestro chófer os trasladará al hotel en Ammán, donde también está incluida la cena.
Si los horarios de la primera jornada son ajustados y no permiten una toma de contacto libre con Ammán, no será un problema: este segundo día comienza precisamente con una visita guiada por la capital, tras tomar el desayuno en el hotel. Los lugares más significativos del recorrido son la Ciudadela, el Museo Arqueológico y el Teatro Romano, donde el visitante se dará cuenta del rico pasado de esta ciudad.
Terminada la visita por la capital, partiremos en excursión hacia Jerash, que está en el programa de Jordania imprescindible por méritos propios: es una de las ciudades romanas mejor conservadas de Oriente Próximo y de todo el territorio que conformaba aquel antiguo imperio. En pie quedan monumentos de gran belleza, como el Arco de Adriano, el Templo de Zeus y la Plaza Oval, además de estructuras y restos arqueológicos de primer orden.
La siguiente excursión de la jornada es el castillo de Ajloun, en la ciudad y reserva natural del mismo nombre. Levantado sobre construcciones bizantinas, esta fortaleza de los siglos XII y XIII es un magnífico vestigio de su convulsa época: las Cruzadas cristianas y la invasión mongola, así como las reconquistas musulmanas por parte de las tropas de Saladino y de los mamelucos. Además, las vistas panorámicas hacia su entorno verde suponen un hermoso contraste al paisaje árido del desierto, que es predominante en este circuito de Jordania imprescindible.
Tras visitar el castillo de Ajloun y deleitarnos con las vistas, emprenderemos el regreso al hotel de Ammán, donde nuevamente se servirá la cena de esta noche.
Si la jornada anterior nos adentrábamos en el norte de Jordania, en este tercer día de ruta ponemos rumbo al sur, donde se encuentran algunos de los grandes atractivos del país. Pero de camino nos detendremos en algunos destinos que también sorprenden por su belleza y singularidad. Tras el desayuno, nuestro vehículo os recogerá para ir descubriéndolos paso a paso.
El primero es Madaba, una ciudad clave en los primeros siglos del cristianismo. Y eso nos ha legado uno de los mosaicos más bellos y particulares del mundo: el mapa-mosaico de Tierra Santa, ubicado en el interior de la iglesia de San Jorge. En él se muestra una representación esquematizada pero muy hermosa de este territorio sagrado para judios, cristianos y musulmanes: Jerusalén, el Monte Sinaí, Jericó, etc.
La segunda parada de esta ruta es el Monte Nebo, una montaña que se eleva sobre el Mar Muerto y tiene una historia muy importante: fue el punto desde el que Moisés divisó la Tierra Prometida y, tras serle negado el acceso, fue también su lugar de fallecimiento. En la actualidad, el mirador permite al viajero imaginar lo que vieron los ojos del profeta, mientras que el resto de monumentos (iglesia memorial, esculturas, etc.) ayudan a entender mejor aquel episodio. Por ello, este rincón de Jordania es imprescindible para los viajeros más interesados en la religión.
Tras ello, el cuentakilómetros de nuestro vehículo seguirá avanzando, ahora a mayor velocidad, hasta llegar a Shobak: esta pequeña localidad es conocida por su castillo, que veremos exteriormente. Se trata de una fortaleza construida originalmente por los cruzados cristianos del rey Balduino I de Jerusalén (siglo XII), pero tomada décadas después por las tropas de Saladino. Sin duda, un lugar evocador, tanto por su historia como por sus vistas hacia la Carretera del Rey, antaño ruta caravanera.
El castillo de Shobak será la última parada del recorrido, pues poco después llegaremos a Wadi Musa, la localidad ubicada junto a Petra y donde se encuentran todos los hoteles dirigidos a los visitantes de este destino. Ahí estará también el nuestro, que además incluye la cena de esta tercera noche.
Si pensamos en la Jordania imprescindible, el destino que más merece ese distintivo es Petra. Por ello, para descubrir adecuadamente todos sus rincones le dedicamos la cuarta jornada al completo, después de tomar el desayuno en el hotel.
Nada más llegar al Centro de Visitantes, haremos uso de un servicio de caballos que nos ayudará a agilizar los desplazamientos. Lo primero que recorreremos será el Siq o cañón rocoso que sirve de entrada a este enclave, que los nabateos convirtieron en su capital con el nombre de Raqmu y que los romanos ayudaron a engrandecer. El Tesoro, su monumento más famoso, no tardará en aparecer ante nuestros ojos, con su imponente fachada de varios pisos, con columnas y frontón.
Pero la visita no acaba ahí, ni mucho menos. Nos llevará también por todo lo que se esconde a sus espaldas: la Calle de las Fachadas, el teatro nabateo, los templos religiosos y el gran yacimiento de la ciudad propiamente dicha, con su Calle Columnada como principal eje. Además, un epílogo fascinante puede ser el Monasterio Al Deir, para el que habrá que subir más de 800 escalones. Sus vistas y su fachada, similar a la del Tesoro, harán que el esfuerzo valga la pena.
Tras un recorrido tan intenso, saldremos del recinto y volveremos al hotel, donde también estará lista la cena de este día que, para muchos, es el más importante del circuito Jordania imprescindible.
En la mañana del quinto día, tras tomar el desayuno en el hotel, partiremos para realizar una visita sorprendente: la Pequeña Petra que, como indica su nombre, se puede considerar una Petra a escala reducida.
Al igual que su hermana mayor, la Pequeña Petra, tiene la mayoría de sus espacios excavados en la roca: unos tuvieron fines religiosos, otros comerciales, otros residenciales… De hecho, se cree que pudo ser un asentamiento que dio algún tipo de servicio a la capital nabatea, como centro agrícola o logístico. El cañón Siq Al Bared es su gran arteria de comunicación, y el recinto puede visitarse tranquilamente a pie, con menos esfuerzo que en Petra.
Concluida esta visita, viajaremos a otro de esos lugares que no pueden faltar en un circuito por lo imprescindible de Jordania: Wadi Rum, un desierto de 72.000 hectáreas que esconde rincones inesperados y fascinantes. Por ejemplo, sus montañas, cañones y formaciones rocosas en forma de puente o arco. O los petroglifos tallados en esos cañones, que nos demuestran que ya tuvo presencia humana milenios atrás. Otro atractivo es el medio que emplearemos para desplazarnos: un todoterreno 4×4 capaz de adentrarse por dunas y recorrer pistas pedregosas, añadiendo un punto de aventura a la experiencia.
Después de esa ruta en 4×4, que tendrá una duración de dos horas, nos estará esperando nuestro alojamiento: un campamento beduino con tiendas confortables y llenas de encanto. Aquí tomaremos la cena al estilo nómada, lo que supone toda una experiencia cultural. Y si miras a tu alrededor, otro espectáculo hará más especial este momento: una cálida luz del atardecer que dará paso a la noche cerrada y su imponente cielo estrellado sobre nuestras cabezas en el momento de ir a dormir.
En el sexto día del circuito, tras el desayuno, abandonaremos el campamento beduino de Wadi Rum, pero quien lo desee puede vivir una experiencia única e irrepetible: ver amanecer en el desierto. El juego de colores y luces que bañan las montañas, el terreno pedregoso y el cielo despejado es algo que difícilmente se puede vivir en otro lugar del mundo.
Poco después, subiremos a bordo de nuestro vehículo para desplazarnos a otro destino incomparable: el Mar Muerto. Nuestra carretera nos hará descender de manera pronunciada, puesto que Wadi Rum se encuentra a unos 1.600 msnm pero el Mar Muerto está a -400 msnm. ¡Es el punto más bajo del planeta!
A la llegada, tendréis tiempo libre para emplearlo como queráis, por ejemplo para un baño en las aguas de este lago con nombre de mar: su composición mineral tiene un nivel tan alto de sal que el cuerpo flota sin esfuerzo. Además, sus propiedades aportan beneficios para la piel y ayudan a tratar determinadas afecciones de salud, por lo que otro posible plan es someterse a una sesión de wellness con este ingrediente como protagonista.
Sea cual sea el plan, pasaréis la noche en un hotel en el Mar Muerto situado junto a la orilla, donde también está incluida la cena.
El séptimo día es también uno de los más tranquilos de este circuito por lo imprescindible de Jordania, puesto que todo el tiempo de la jornada será de libre disposición para los viajeros, con el único compromiso del desplazamiento a Ammán por carretera a mediodía.
La mañana, tras el desayuno, puede ser un buen momento para realizar visitas o experiencias que no dieron tiempo en la jornada anterior. Por ejemplo, visitar por vuestra cuenta el Museo del Mar Muerto, yacimientos arqueológicos de la orilla jordana como Maqueronte o llegar hasta el lugar de bautismo de Jesús (Betania más Allá del Jordán), ubicado no demasiado lejos de la orilla norte.
En las horas centrales del día, a la hora acordada, viajaremos por carretera hasta Ammán. A la llegada, la tarde será también libre en la capital jordana, por lo que puede ser la ocasión perfecta para hacer las últimas compras o alguna actividad que haya quedado pendiente durante el circuito: degustaciones gastronómicas, visita de museos, planes de ocio, etc. Y al final del día, descansaréis en el hotel, donde también está incluida la cena.
Jordania imprescindible llega a su fin en este octavo día. Después de tomar el desayuno en el hotel y hacer el pertinente check-out, nuestro personal os recogerá para realizar el traslado a la hora acordada, en vehículo privado. A la llegada a la terminal, se realizará la última asistencia antes de tomar el vuelo y nos despediremos llenos de gratitud por confiar en nuestra agencia para realizar esta ruta de 8 días.
En el circuito Jordania imprescindible, los servicios no son precisamente los meramente imprescindibles, sino muy variados y de la más alta calidad para que la ruta pueda realizarse con el máximo confort y seguridad. Son los siguientes.
Los siguientes servicios quedan excluidos en el paquete y el viajero deberá decidir sobre ellos:
Agencia de viajes y DMC especialistas en viajes a Jordania privados y a medida
Mandala Tours, S.L, NIF: B51037471
Licencia: C.I.AN-187782-3
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