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A pesar de su tamaño relativamente pequeño, Jordania puede presumir de contar con una rica lista de atractivos turísticos, tanto monumentales como naturales. Y este circuito los integra todos, de tal manera que se puede considerar uno de los más completos de nuestro catálogo en cuanto a lugares por recorrer. Por ejemplo, incluye los dos mares de Jordania (el Muerto y el Rojo) pero también sus grandes iconos Patrimonio de la Humanidad (Petra y Wadi Rum), así como otras sorpresas repartidas por los 8 días de duración del viaje.
Lo que diferencia a este circuito del resto de propuestas de nuestra agencia es que incluye los dos mares de Jordania: el Muerto y el Rojo. Y lo hace de tal manera que podrás descubrir ambos a tu ritmo y según tus preferencias, puesto que dispondrás de tiempo libre para realizar actividades en ellos o simplemente descansar en las instalaciones del hotel-resort en el que te alojes.
En realidad, aunque se le considere un mar de Jordania, el Mar Muerto es un lago endorreico que marca la frontera con Israel. Es salado porque se formó por el movimiento de las placas tectónicas arábiga y jordana (Valle del Rift) y no drena porque no tiene salida al océano. Sus aportes de agua provienen del río Jordán y, debido a que la evaporación es mayor que ese aporte de agua dulce, el nivel de salinidad es cada vez mayor (unas diez veces más que el agua del mar, según algunas fuentes). Eso favorece la flotabilidad de los cuerpos, incluido el ser humano, que puede reposar aquí sin esfuerzo. Además, su rica composición mineral lo convierte en un destino termal predilecto para turistas de todo el mundo. Y si a ello le sumamos que se trata del punto más bajo del mundo (-400 msnm), el resultado es un lugar mágico y único.
Muy distinto es el Mar Rojo en Aqaba, y eso hace más interesante este circuito con los dos mares de Jordania. Si la extrema salinidad del Mar Muerto hace imposible la vida marina (de ahí su nombre), el Mar Rojo ofrece todo lo contrario: una fascinante explosión de peces de colores y arrecifes de coral en sus aguas cristalinas. Por ello, es uno de los destinos favoritos para practicar buceo y snorkel. Esa es una de las propuestas para quienes realicen esta ruta, pero también puede elegir otros planes más tranquilos como un chapuzón en sus playas o un paseo en barco.
Además de los dos mares de Jordania, este circuito incluye el resto de destinos imprescindibles. Esos que vienen a la cabeza de cualquier persona cuando piensa en el país. Por supuesto, Petra, a la que dedicaremos una jornada de visita completa para descubrir su Tesoro… y los otros tesoros que esconden sus cañones rocosos y sus restos arqueológicos. No menos importante es Wadi Rum, un desierto natural donde las montañas y formaciones rocosas parecen sacadas de un cuento de hadas.
Y entretanto, no faltan otros destinos turísticos que sorprenden a los viajeros interesados en la historia, el arte y la religión. Hablamos del sagrado Monte Nebo, los mosaicos bizantinos de Madaba, la extraordinaria ciudad romana de Jerash y los castillos medievales de Ajloun y Shobak, donde cruzados, ayyubíes, mongoles y mamelucos midieron sus fuerzas hace siglos. Y por supuesto, Ammán, la frenética capital jordana donde también encontrarás monumentos imponentes y tradiciones locales genuinas. Todo ello configura un circuito de lo más completo, que no se olvida ningún lugar importante.
Con inicio y fin en Ammán, este circuito emplea 8 días y 7 noches para llegar a los dos mares de Jordania, sus desiertos más impenetrables y sus destinos turísticos más famosos. Esta es la descripción detallada del programa.
El primer día de este circuito tiene como objetivo tomar contacto con el país y con el personal de nuestra agencia, a la llegada al Aeropuerto Internacional de Ammán Reina Alia. Os estaremos esperando a pie de terminal, donde también hay que realizar los trámites fronterizos. A la salida, nuestro chófer os trasladará al hotel en uno de nuestros vehículos privados para realizar el check-in y cenar en sus instalaciones (si los horarios del vuelo permiten llegar antes de las 21.00).
El primero de los dos mares de Jordania saldrá a nuestro encuentro en esta segunda jornada de circuito: después de desayunar, nuestro chófer nos recogerá en el hotel y viajaremos por carretera al Mar Muerto, a unos 50 km de Ammán.
El trayecto en sí ya resulta llamativo, puesto que nos obligará a descender centenares de metros hasta alcanzar una cota de -400 msnm aproximadamente: este es el punto más bajo del planeta, y así lo recuerdan diferentes espacios del Mar Muerto, como The Lowest Place on Earth Museum. Esa es precisamente una de las propuestas para pasar vuestro tiempo libre en la tarde, así como el Museo del Mar Muerto o excursiones por el entorno.
Pero antes, durante la mañana, os espera una experiencia acuática nunca antes vivida: un baño en aguas del Mar Muerto, concretamente en la playa de Ammán Beach 2, cuyas entradas están incluidas en este paquete de viaje. Notaréis que podréis flotar sin esfuerzo gracias a la extrema salinidad de este lago, que además tiene una composición mineral muy especial y recomendada para tratar distintas afecciones de salud. De hecho, en la zona y quizás en el hotel (según el paquete elegido) encontrarás instalaciones termales y spas donde las aguas del propio Mar Muerto son protagonistas, por lo que esta es otra opción a tener en cuenta para la tarde.
Sea cual sea la opción elegida, pasaréis la noche en vuestro hotel-resort a orillas del Mar Muerto, y en sus salones tomaréis también la cena.
Tras conocer y disfrutar de uno de los dos mares de Jordania, en la tercera jornada pondremos rumbo al sur, donde se encuentra el otro (Mar Rojo). Sin embargo, de camino encontraremos numerosos lugares fascinantes, como quedará patente muy pronto.
Nada más terminar el desayuno y abandonar el hotel-resort, visitaremos el cercano Monte Nebo: su importancia radica en que Moisés, acompañado de sus seguidores desde Egipto, se detuvo aquí para contemplar la Tierra Prometida. No pudo acceder a ella y decidió pasar aquí el resto de su vida. Hoy, más de 3.000 años después, el espacio es todo un memorial que recuerda aquel hecho, con una iglesia cristiana, un espacio de interpretación y, sobre todo, un espectacular mirador que permite al visitante ver lo mismo que contempló el profeta: el Mar Muerto, el valle del Jordán y, si el día lo permite, los Altos del Golán y Jerusalén.
Desde esta montaña se tiene, por tanto, una panorámica inmejorable de Tierra Santa. Y eso mismo es lo que podremos ver también, aunque de otra manera, en la siguiente parada de la ruta: el interior de la iglesia de San Jorge de Madaba. Aquí, en el suelo, yace un mapa-mosaico del siglo VI, que se considera la primera representación de este territorio sagrado para las tres religiones monoteístas.
Tras visitar estos lugares tan cargados de simbolismo religioso, volveremos a nuestro vehículo para recorrer kilómetros y kilómetros en dirección sur, a través de carreteras que siglos atrás fueron rutas caravaneras, solo aptas para dromedarios. En nuestro caso, solo nos detendremos para ver exteriormente el castillo de Shobak, y no por casualidad: esta fortaleza se remonta al siglo XII y fue obra de los cruzados cristianos al mando de Balduino I, rey de Jerusalén, en su estrategia de fortificar lo que por entonces era la frontera oriental de aquel reino. Pero décadas después, las tropas ayyubíes de Saladino lo tomaron, y desde entonces se mantuvo como un enclave militar islámico.
Desde el castillo de Shobak se domina visualmente la ruta, hoy Carretera del Rey, que un poco más adelante nos dejará en el destino final de esta jornada: Wadi Musa, una pequeña localidad situada junto a Petra. Allí estará vuestro hotel, donde también tomaréis la cena.
A medio camino entre los dos mares de Jordania, al pie de la importante ruta caravanera que hoy es la Carretera del Rey, se ubica Petra, uno de los lugares más fascinantes del mundo. Por ello, vale la pena dedicar un día completo a su visita, tras recargar energías con el desayuno en el hotel.
A la llegada al Centro de Visitantes, un servicio de caballos estará a nuestra disposición para agilizar los desplazamientos. En especial, para recorrer con comodidad los cerca de 2 km que separan la Tumba de los Obeliscos del Tesoro, a través del Siq, un cañón rocoso que sirve de puerta de entrada a la antigua ciudad nabatea. Como hiciera Harrison Ford en Indiana Jones y la Última Cruzada, admiraremos este famoso templo funerario excavado en la roca, pero no nos conformaremos solo con ello: a sus espaldas nos espera el resto de este lugar, declarado en su conjunto Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Entre esos lugares a descubrir está la Calle de las Fachadas, el teatro nabateo, templos religiosos y un yacimiento arqueológico donde se puede apreciar el urbanismo romano, aplicado por aquella civilización que dominó Petra desde el siglo II d.C. Por último, y si las fuerzas lo permiten, subiremos los más de 800 escalones hacia el monasterio Al Deir, una construcción que no tiene nada que envidiar en belleza al Tesoro.
Sin duda, una visita exhaustiva e intensa, con la que descubriréis todos los secretos de Petra y disfrutaréis de su belleza desde todos los puntos de vista. Por la noche, tendréis la cena en el mismo hotel de Wadi Musa.
En el quinto día de este circuito, los contrastes son muy marcados: comenzaréis la jornada con el desayuno en el hotel de Wadi Musa, pero lo terminaréis en el otro mar de Jordania: el Mar Rojo. Y entre ambos lugares, un espacio que os dejará boquiabiertos: el desierto de Wadi Rum.
Hasta este desierto nos desplazaremos en el vehículo de nuestro circuito, pero una vez entrado al recinto de esta reserva natural, lo cambiaremos por un todoterreno 4×4: en él realizaremos una ruta de dos horas para llegar a lugares que solo es posible de esta manera. Dunas rojizas, cañones con petroglifos milenarios, formaciones rocosas en forma de puentes y arcos, vistas panorámicas del entorno e historias en las que, con toda seguridad, saldrá a colación la figura de T.E. Lawrence (Lawrence de Arabia), militar y escritor británico que participó en la Rebelión Árabe.
El tiempo que pasemos en este desierto será suficiente para entender por qué fue nombrado Patrimonio Mundial por la Unesco. Sin embargo, nuestro recorrido no termina aquí, sino más al sur si cabe: en Aqaba, la única ciudad bañada por el mar en Jordania. Hasta la hora de la cena, que está incluida en el hotel, vuestro tiempo será libre para poder admirar los paisajes costeros del Mar Rojo, dar un paseo o cualquier otro plan.
El sexto día de este circuito es un día semi-libre: os trasladaremos de Aqaba a Ammán, pero el tiempo en cada ciudad lo emplearéis según vuestras preferencias. La mañana comenzará con el desayuno en el hotel y, tras ello, podréis continuar descubriendo Aqaba, la única ciudad con mar en Jordania. Puede ser un buen momento para conocer sus atractivos culturales, como su Fuerte frente al mar o los restos arqueológicos de la antigua Ayla, o bien realizar alguna actividad acuática en las aguas cristalinas del Mar Rojo.
A la hora acordada, emprenderemos el viaje de vuelta por carretera a Ammán (consultar la posibilidad de realizar este trayecto en vuelo doméstico, cuyos billetes no estarían incluidos en el paquete). A la llegada, la tarde será libre, lo que supone un momento ideal para realizar compras o vivir experiencias de ocio que solo la capital puede ofrecer. Y para concluir el día, cenaréis en el hotel donde haréis noche.
Tras disfrutar de los dos mares de Jordania en este circuito, aún quedará una jornada de lo más interesante e intensa: este séptimo día lo dedicaremos a tres visitas culturales, muy diferentes entre sí.
Después de desayunar en el hotel, iniciaremos un tour urbano por Ammán, la capital y ciudad más grande del país, que puede presumir de tener un rico pasado. Ese pasado es hoy visible en numerosos puntos de la ciudad, como la Ciudadela y el Teatro Romano, quizás su gran icono monumental. Además, el Museo Arqueológico será un lugar que dará mejor contexto a la visita.
Conocidos los lugares más importantes de Ammán, nos desplazaremos por carretera hasta Jerash, una de las grandes sorpresas de este circuito: fue una ciudad romana (de nombre Gerasa) que ha pervivido muy bien a lo largo del tiempo, hasta el punto de ser conocida como la ‘Pompeya de Jordania’. El parque arqueológico alberga joyas como el Arco de Adriano, erigido en el siglo II d.C con motivo de la visita de aquel emperador. El circo romano o hipódromo aún evoca antiguas carreras de cuadrigas. En sus dos teatros todavía resuenan las representaciones y reuniones multitudinarias allí celebradas. Su Cardus y su Decumanus son reflejo del innovador urbanismo de la época, mientras que las columnas de la Plaza Oval denotan que aquí estuvo el foro. Y en sus templos aún se puede sentir el solemne sentimiento religioso, tanto pagano como cristiano.
Tras conocer Jerash, viajaremos hasta Ajloun en lo que supone un salto en el tiempo de diez siglos: aquí conoceremos una fortaleza medieval construida en el siglo XII y reconstruida en el XIII. Su objetivo inicial fue consolidar el avance de las tropas de Saladino frente a los cruzados del Reino de Jerusalén. Pero la invasión mongola lo destruyó y obligó a los mamelucos a su reconstrucción poco después. Las vistas panorámicas desde el castillo son uno de sus grandes atractivos: desde aquí, a 1.250 msnm, la mirada se pierde en la verde reserva natural de Ajloun.
En el tramo final del día, regresaremos a Ammán, donde os espera la última noche de este circuito, con cena en el hotel.
El octavo día será el último de este intenso y variado circuito por los mares de Jordania y el resto de destinos turísticos. Para entonces, ya solo quedará desayunar en el hotel y, a la hora establecida, encontrarse con nuestro chófer para realizar el traslado al Aeropuerto Internacional de Ammán Reina Alia. En la terminal, se ofrecerán los últimos servicios de asistencia, si fuera necesario, y nos despediremos con gran agradecimiento por nuestra parte.
Este rico circuito, con los mares de Jordania y los destinos imprescindibles, viene acompañado también de un amplio catálogo de servicios. Son los siguientes:
Los siguientes servicios no están incluidos en este circuito por los mares de Jordania y el resto del país. La elección entre las distintas opciones depende del viajero, aunque nuestra agencia puede brindar asesoramiento:
Agencia de viajes y DMC especialistas en viajes a Jordania privados y a medida
Mandala Tours, S.L, NIF: B51037471
Licencia: C.I.AN-187782-3
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