Cuando viajes a Jordania, experimentarás un importante cambio cultural: su población guarda ciertas similitudes con la de sus vecinos árabes, pero también importantes diferencias y, sobre todo, resultará muy distinta a la de tu país de origen. Por ello, te será útil conocer de antemano cómo es la sociedad de Jordania, algo que te explicamos en detalle en estas líneas: hablamos de su situación demográfica, étnica y económica, entre otros detalles de interés.
Lo primero que se puede decir de la sociedad de Jordania es que se trata de un pueblo hospitalario y acogedor, en buena medida gracias a sus raíces beduinas: las condiciones extremas del desierto han ido forjando un sentimiento de empatía hacia los demás y de humildad hacia uno mismo que han quedado como señas de identidad de la población jordana, aderezado con un cierto sentido del humor que otorga todavía más singularidad a su carácter.
Lo entenderás desde el momento de entablar contacto con un jordano, no solo por su saludo Ahlan wa sahlan! (traducido como “¡bienvenido en familia!”), sino también por sus exquisitos modales, a menudo siguiendo un estricto protocolo que incluye el ofrecimiento de varias tazas de té o café.
La sociedad de Jordania es cada vez más urbana: aunque muchos tengan la imagen en mente de los nómadas beduinos del desierto, lo cierto es que el ritmo de crecimiento de la población en las grandes ciudades es imparable, con un porcentaje de habitantes que ronda el 70% del total del país.
Aunque son minoría, sigue existiendo una parte de la población que habita en zonas rurales o que incluso mantienen un modo de vida nómada. Se calcula que unaos 40.000 personas siguen viviendo de los escasos recursos que aporta el desierto y sus oasis, en especial sus ganados trashumantes. No obstante, sus modos de vida también se han ido adaptando a los nuevos tiempos, con hábitos seminómadas y ayuda de medios modernos, como los 4×4.
Además, la sociedad de Jordania se caracteriza por un crecimiento demográfico sostenido en el tiempo: la tasa de fertilidad de las mujeres es de 2,7 hijos, aproximadamente, aunque es cierto que ese índice ha ido descendiendo año tras año después de alcanzar su máximo histórico en los años 60, cuando era de 8 hijos por mujer.
Para valorar el nivel de progreso de la sociedad de Jordania, podemos tomar el Índice de Desarrollo Humano de las Naciones Unidas, que pondera una serie de valores económicos, sanitarios y educativos, principalmente. La cifra a fecha de 2021 era de 0,720, lo que sitúa al país en el puesto 102º del mundo, con la calificación de IDH Alto. Eso es un valor muy parecido al de vecinos como Egipto o Líbano, y similares al de otros países del mundo como Ecuador o Paraguay, pero bastante por debajo de Kuwait, Israel o Emiratos Árabes. La tasa oficial de desempleo suele ser bastante alta, de entre el 15% y el 25% de la población activa, normalmente.
La sociedad de Jordania está muy marcada por la religión islámica, aunque, en menor medida que otros países de Oriente Próximo, como veremos más abajo. Además, esa influencia se va diluyendo entre los miembros de las nuevas generaciones.
En cualquier caso, el Estado de Jordania es islámico: la oficialidad de esta religión está reconocida en el capítulo 2 de su Constitución. No obstante, hay libertad de culto, aunque en ocasiones esa libertad de elección puede verse comprometida por la tradición y la presión social. Se calcula que en torno al 97% de los jordanos profesan la religión musulmana, mientras que un 2% son cristianos y una minoría exigua serían budistas y de otros credos.
Por tanto, el ritmo de la sociedad de Jordania lo marcan los usos y tradiciones del Islam, como puede ser el ayuno obligatorio en el mes del Ramadán o la generalización del viernes como día más habitual de descanso.
Otro aspecto fundamental de la sociedad de Jordania, ligado en buena medida al Islam y a las tradiciones, es la familia, que se considera el pilar básico sobre el que sustentar la vida en comunidad. En ella, las personas mayores ocupan un lugar primordial, objeto del máximo respeto. Y esto explicaría, en parte, la buena consideración de la Familia Real del país, concebida como su equivalente en la más alta esfera. El matrimonio se sigue considerando la aspiración fundamental y un paso casi obligado para todo jordano.
Dentro de la familia, la mujer sigue teniendo un rol fundamental, encargada de organizar la vida cotidiana y la crianza de los niños, entre otras tareas, quedando el hombre como la cara más visible de la familia ante la comunidad. No obstante, como podrás apreciar a simple vista, los hábitos asociados al Islam se llevan aquí de una manera más relajada, como por ejemplo el uso del velo, que no está tan generalizado como en otros países de Oriente Próximo.
Además, el país ha dado importantes pasos en la equiparación de derechos entre hombres y mujeres, y en la inserción plena de éstas en la sociedad de Jordania. Las diferentes reformas del código civil (estatuto personal) consagran estos avances, como su potestad para solicitar el divorcio, aunque esa decisión implica la devolución de la dote al hombre y una cierta estigmatización social. La poligamia no es ilegal, pero es una práctica muy residual.
Este fue el primer país árabe en permitir el voto femenino en las elecciones y se han aprobado cuotas de género en algunos sectores de la sociedad de Jordania, como en el Parlamento. No obstante, quedan muchos pasos por dar para mejorar el estatus de la mujer, especialmente en lo profesional y lo económico, pues siguen experimentando tasas de paro muy superiores a las de los hombres.
Como decíamos, la sociedad de Jordania está cada vez más integrada en el fenómeno de la globalización. Y eso se puede apreciar especialmente en las grandes ciudades y en las nuevas generaciones. Por ejemplo, por el uso masivo de los smartphones, por el gusto hacia vestimenta de estilo occidental o por la costumbre de frecuentar locales de cadenas internacionales en los grandes centros comerciales.
Otro aspecto fundamental de la sociedad de Jordania es la gran presencia de refugiados. La hospitalidad de sus gentes y la estabilidad del país en el contexto de Oriente Próximo atraen desde hace décadas a vecinos árabes, cuyos países no han destacado precisamente por la estabilidad.
Resulta difícil cuantificar el número exacto, pero con toda seguridad se cuentan por centenares de miles o incluso por encima del millón, según datos de ACNUR, y eso ha provocado el surgimiento de cierto malestar en una parte de la población, que se lamenta de la degradación en la calidad de los servicios públicos y asistenciales. Las principales procedencias de los refugiados en Jordania son las siguientes:
Agencia de viajes y DMC especialistas en viajes a Jordania privados y a medida
Mandala Tours, S.L, NIF: B51037471
Licencia: C.I.AN-187782-3
¡Hola!
Contacta con alguno de nuestros asesores de viajes para recibir atención comercial.