Hay muchas formas de moverse por Wadi Rum, un desierto repleto de paisajes lunares y marcianos que cubre una vasta área de 72.000 hectáreas. Precisamente por ello, es importante decidir qué zonas has de visitar y cómo, es decir, con qué medio de transporte, pues si sólo usas tus pies llegarás a conocer nada más que una parte pequeña de esta espectacular reserva natural protegida por la Unesco. Así que aquí te damos algunas ideas factibles, convertidas en auténticas experiencias turísticas para todo el que se adentra en Wadi Rum. Eso sí: descartamos el tren que, no obstante, existe y forma parte de una propuesta singular.
Todoterreno 4×4: la opción más cómoda y práctica
Por supuesto, el todoterreno es la opción más cómoda y práctica para moverse por Wadi Rum. Está capacitado para moverse por todas las pistas del recinto y también por áreas fuera de pista. Su interior cuenta con todas las comodidades para disfrutar de la travesía, en tours que pueden durar una jornada completa, con vehículos de 4 plazas y, en algunos casos, de 6 plazas.
Quads y buggy: aventura a motor en el desierto
Estas son otras modalidades a motor para moverse por Wadi Rum, pero con ellas el atractivo está en la experiencia de conducir. Son vehículos descubiertos o semidescubiertos, capaces de circular por dunas y terrenos muy irregulares, por lo que la libertad de movimientos será amplia, con una sensación de velocidad y aventura que emocionará a los conductores más apasionados, como si de un rally se tratara. En el caso de no poder o no querer conducir, la opción es la de ir de acompañante en el asiento del copiloto del buggy.
Camellos: una experiencia tradicional
Si dejamos a un lado los vehículos de motor, una modalidad sumamente especial es la de dar un paseo en camello por Wadi Rum. Recordemos que era el medio de transporte tradicional y habitual para los nómadas beduinos en el pasado, especialmente cuando atravesaban el desierto en sus largas rutas comerciales. En la actualidad, suelen ser paseos de varias horas que, si bien no son tan extensas como los paseos en 4×4, sí ofrecen una experiencia muy auténtica. Al frente de la comitiva habrá siempre un guía beduino, no sólo conocedor de cada rincón de Wadi Rum, sino también experto en el trato y cuidado de estos camélidos, que en realidad son dromedarios.
Caballos: un paseo muy natural
Otra forma de conectar con la esencia de Wadi Rum es la de dar un paseo a caballo. A una velocidad mayor que la del camello, cubriendo áreas más amplias de recinto, podrás llegar a miradores, cañones y otros lugares icónicos, con la ayuda de monitores profesionales. Los establos desde los que partir para la ruta están en Wadi Rum Village y se ofrecen rutas y experiencias para distintos niveles. En grupo o de manera privada, es una actividad altamente recomendable para quien ya tiene experiencia en montar a caballo.
¿Wadi Rum en bicicleta? Sí, es posible
Por último, no queríamos olvidarnos de otro modo de moverse por Wadi Rum: la bicicleta. Por supuesto, no es el medio de transporte más habitual, pero hay valientes que se animan a recorrer las pistas más adecuadas de este espacio natural, es decir, las de firme más duro. De hecho, este desierto forma parte del denominado Jordan Bike Trail, que es una gran ruta que recorre de norte a sur el país, al igual que hace el Jordal Trail a pie, pero en este caso por pistas adecuadas para la bicicleta. A su paso por Wadi Rum, la ruta entra por el norte de la reserva, pasando por Shakira y llegando al Wadi Rum Village. Desde aquí, el recorrido continúa hacia el sur, entre cañones y campamentos beduinos, en descenso hacia Aqaba.
