El bazelleh es uno de los platos más sabrosos y populares de Jordania, aunque sus orígenes no son del todo claros y se suele pensar que es un plato libanés. En cualquier caso, dada la estrecha relación de la gastronomía jordana con la libanesa y, en general, con la del Levante mediterráneo, el bazelleh se puede considerar un manjar típicamente local. Conocido también como bazella, en este post te contamos qué lleva, cómo se cocina y por qué deberías probarlo durante tu viaje a este país, pues no te será difícil encontrarlo en los restaurantes de cualquier ciudad.
Ingredientes del bazelleh o bazella
Si hablas árabe, entenderás rápidamente cuál es el ingrediente principal de este plato: los guisantes, pues bazelleh significa precisamente ‘guisante’ en este idioma. Y de esta manera, además, entendemos que esa es la gran diferencia con un plato jordano muy similar: el fasoliyeh, que emplea los mismos ingredientes pero cambiando los guisantes por alubias o frijoles.
El bazelleh es principalmente un estofado que, además de guisantes, emplea también zanahoria rayada o cortada en trocitos, ternera o cordero también cortada en trozos (en este caso a modo de dados), cebolla en rodajas, tomate triturado o troceado y otros ingredientes que buscan potenciar el sabor, como especias (ajo, cilantro) o ghee, que es un tipo de manteca de vacuno o búfalo. Además, para el sofrito, se suele preferir mantequilla en vez de aceite, aunque todo depende de cada cocinero.
Se cocina por etapas, empezando por el sofrito de las verduras y luego la carne, para cubrir todo después con agua y hervirlo así a fuego medio durante media hora o el tiempo que necesite la cocción. De manera excepcional, se suelen añadir los guisantes y las especias al final, poco antes de iniciar la cocción. El resultado final, por tanto, no es caldoso sino cremoso, a modo de estofado.
Cómo se presenta el bazelleh
Como tantos otros platos en Jordania, el bazelleh no se come solo, sino que se acompaña del complemento estrella: el arroz. El arroz blanco se cocina aparte, y puede prepararse solo o mezclado con algún otro ingrediente para hacerlo más especial, como alguna verdura picada o incluso algún tipo de fideo.
Para la presentación final, se puede encontrar de dos maneras distintas principalmente, dependiendo de cada cocinero y restaurante. Una forma muy habitual es disponer una cama de arroz como base y volcar una parte del estofado sobre ella, en el centro. La otra forma común es realizar una montañita de arroz en el centro con un cuenco, para después rociar el estofado alrededor de dicho montón. Por supuesto, también se puede dividir el plato en dos mitades: una para el arroz y otra para el estofado, lo que nos da cuenta además de cuál suele ser la proporción de cada componente sobre el plato.
En cualquier caso, conviene recordar que algunas personas prefieren aumentar la proporción de agua, cortar trozos de zanahoria más grandes y así convertir el estofado en un plato caldoso de cuchara, en ese caso sin arroz como acompañamiento.
Además, cabe decir que está ganando mucha popularidad la versión vegana del bazalleh, pues lo único que se requiere es prescindir de la carne de ternera o de cordero. En ese caso, también se precisa prescindir de la manteca para eliminar así cualquier rastro de proteína animal en el plato. Más allá de eso, no requiere de ningún otro cambio, manteniendo el sabor y la textura del bazelleh original.
Sea cual sea la versión cocinada o elegida (caldoso o no, con arroz o sin él, con carne o vegano), estamos seguros que probar el bazelleh jordano supondrá una de las mejores experiencias de tu viaje.