Poco más de una semana. Ese es el tiempo que necesitas para descubrir, de una sola vez, lo más destacado de dos países vecinos: en este circuito por Jordania e Israel te llevamos a descubrir lugares tan fascinantes como la famosa ciudad nabatea de Petra o la eterna Jerusalén, sagrada para las tres religiones monoteístas. Echa un vistazo a este programa y saca el máximo provecho a 8 días que resultarán inolvidables en tu vida.
En este circuito por Jordania e Israel, el primero de los dos países tiene un protagonismo especial. En él pasaréis la mayoría de los 8 días que dura el tour, además de ser el punto de inicio y de fin de la ruta. En concreto, el lugar en el que comienza y termina el viaje es su capital, Ammán, que podréis explorar libremente en función del tiempo que quede disponible en sus correspondientes jornadas.
Para muchos, el plato fuerte de Jordania será Petra: esta ciudad nabatea tallada en la roca hace más de 2.000 años es Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y una de las Siete Maravillas del Mundo Moderno. Y los más cinéfilos la reconocerán por su aparición en Indiana Jones y la Última Cruzada.
Muy cinematográfico (y Patrimonio Mundial por la Unesco) es también el desierto de Wadi Rum, para siempre ligado al militar y escritor británico T.E. Lawrence o Lawrence de Arabia. Su paisaje de extrema aridez deja rincones de sorprendente belleza, con montañas y accidentes rocosos de formas imposibles.
Además, en este circuito por Jordania e Israel tendremos tiempo de ver otros lugares donde la religión, el arte y la historia se dan la mano. Es el caso de Madaba, famosa por sus mosaicos bizantinos; el Monte Nebo, lugar fundamental en la vida del profeta Moisés; el Mar Muerto, con sus aguas extremadamente saladas; y Shobak, con un castillo medieval que nos trasladará a la época de las Cruzadas.
Una de las grandes novedades de este circuito por Jordania e Israel es que, a partir de la quinta jornada, da un breve pero intenso salto a tierras israelíes. Y lo hace para que podáis conocer dos lugares únicos relacionados con la vida de Jesús. Uno de ellos, Belén, donde nació el Mesías del cristianismo.
Y por otro lado, Jerusalén, donde Cristo vivió sus días de pasión. Sin embargo, no solo es la ciudad sagrada para esta religión, sino también para el judaísmo e incluso para el Islam. Por ello, recorreremos lugares tan simbólicos como la Vía Dolorosa o el Santo Sepulcro, el Muro de las Lamentaciones o la Explanada de las Mezquitas.
Este circuito por Jordania e Israel tiene una duración de 8 días y 7 noches, con principio y final en el Aeropuerto Internacional de Ammán Reina Alia. Pese a su duración relativamente breve, el programa resulta muy completo e intenso, con el siguiente itinerario por carretera.
En el primer día de este circuito por Jordania e Israel, nada más llegar al Aeropuerto de Ammán Reina Alia, os encontraréis con personal de nuestra agencia, que os dará la bienvenida y asistencia en la terminal, donde tendréis que realizar los trámites fronterizos de llegada. Tras ello, acudiremos al vehículo privado con el que os trasladaremos al hotel de Ammán, y ahí pasaréis la noche después de cenar libremente en la ciudad.
Después de la primera toma de contacto con Jordania el día anterior, en esta segunda jornada echamos a andar, literalmente: después de desayunar en el hotel de Ammán, nuestro chófer os recogerá para iniciar un viaje por carretera rumbo al sur.
La primera parada será Madaba, una ciudad que ha destacado desde hace siglos por la convivencia interreligiosa. Así se puede apreciar en sus restos arqueológicos y, sobre todo, en sus iglesias cristianas. Una de ellas, la de San Jorge, alberga un auténtico tesoro, que descubriremos in situ: un mapa-mosaico bizantino, del siglo VI, donde se representa Tierra Santa, en su sentido más amplio del término, pues no solo engloba Jerusalén (adonde nos desplazaremos el quinto día), sino también el Valle del Nilo, la Península del Sinaí, etc..
Tras abandonar Madaba visitaremos uno de esos lugares sagrados, sugeridos en el mapa-mosaico: el Monte Nebo. Es la montaña desde la que Moisés divisó la Tierra Prometida y también su lugar de fallecimiento, después de que le fuera negado el ingreso a ella. Desde aquí tuvo una vista privilegiada del entorno, como nosotros mismos tendremos, pues hay un mirador al efecto: los Altos del Golán, el Mar Muerto, Jericó… y Jerusalén, si el día es claro. Además, en este espacio hay una iglesia memorial y un pequeño centro de interpretación para comprender las menciones que la Torá y el Viejo Testamento hacen de aquel episodio relacionado con el profeta.
Después de esta segunda visita, volveremos al vehículo para un desplazamiento mucho mayor: recorreremos la Carretera del Rey o la del Mar Muerto para poner rumbo a Petra. Poco antes de llegar, nos detendremos en el castillo de Shobak para contemplar exteriormente este castillo fundamental en tiempos de las Cruzadas. No en vano, lo construyeron las tropas del rey Balduino I de Jerusalén a comienzos del siglo XII, en el límite de lo que era territorio cruzado por entonces. Tiempo después lo conquistaron los soldados de Saladino y siguió siendo un enclave militar y fundamental de este territorio.
Ya al final del día llegaremos a Wadi Musa, la población que se encuentra a las puertas de Petra, pues ahí nos espera el hotel de esta jornada, donde también se servirá la cena.
Esta tercera jornada es, junto con la de Jerusalén, la única de este circuito por Jordania e Israel que dedicamos por completo a un mismo destino turístico . Y sobran los motivos para ello: visitaremos la ciudad nabatea de Petra, después de desayunar en el hotel.
Tras entrar en el recinto, recorreremos los primeros espacios que nos anunciarán la grandiosidad de este lugar: la Tumba de los Obeliscos y el Siq (o cañón) que sirve de vía de ingreso a la antigua ciudad. Nos dará la bienvenida el Tesoro con su elegante fachada de columnas labrada en la roca, probablemente construida como tumba real de Aretas III (s.I a.C), uno de los monarcas que dirigieron el imperio nabateo cuando aquella civilización alcanzó su cenit.
A espaldas del Tesoro aparecerán, a su vez, otros tesoros desde un punto de vista monumental e histórico: la Calle de las Fachadas, el Teatro nabateo, más tumbas reales, templos de religión nabatea, el núcleo urbano con clara impronta romana… Y como guinda al recorrido, la subida al monasterio Al Deir donde nos espera una construcción similar al Tesoro pero en una ubicación elevada y majestuosa.
La jornada completa de visita se nos pasará volando mientras recorremos estos espacios, pero el cansancio acumulado será la prueba de que habremos aprovechado al máximo el día. De vuelta en el hotel, la cena estará esperando, antes de acudir a las habitaciones para descansar.
El cuarto día de este circuito por Jordania e Israel también nos deparará emociones fuertes, que viviremos en ruta. Nada más desayunar en el hotel nos echaremos a la carretera para la primera: la visita de la Pequeña Petra, en la cercana población de Al Beida.
El nombre de la Pequeña Petra no engaña… y no defrauda: se trata de un enclave que, como su ‘hermana mayor’ está excavado en cañones rocosos, aunque su recinto es de menor tamaño. Fue probablemente un asentamiento que dio servicio a la capital nabatea, quizás como caravanserai o centro agrícola. Aún hoy podemos reconocer viviendas, templos o locales que aprovechan las cuevas naturales de la roca y que hoy conocemos porque, hasta no hace mucho, siguieron siendo usadas por tribus beduinas.
Después de visitar la Pequeña Petra, volveremos a la carretera para viajar hasta Wadi Rum, un desierto fascinante donde se acaba la carretera… y comienzan las emociones fuertes: cambiaremos de vehículo para tomar un todoterreno 4×4 y recorrer pistas del desierto, como antaño hicieran tribus nabateas y beduinas, que dejaron aquí su impronta en forma de petroglifos. Pero la huella humana no es tan poderosa aquí como la de la propia naturaleza, que con sus procesos erosivos ha creado montañas y formaciones de aspecto imposible durante millones de años.
En dos horas de jeep 4×4 veremos todo ello y, a la vuelta al punto de partida, retomaremos nuestro vehículo habitual para regresar a Ammán por carretera. A la capital llegaremos a última hora del día, a tiempo para cenar en el hotel y descansar.
En el quinto día, nuestro circuito por Jordania e Israel pone rumbo al oeste, es decir, hacia el país vecino. Será después de desayunar en el hotel… y después de vivir otra de las experiencias más inolvidables del viaje: un baño en el Mar Muerto.
A este lago llegaremos por la mañana, lo que nos permitirá conocer con calma este lugar, famoso por dos razones. La primera, por tratarse del punto más bajo del planeta (unos -400 metros respecto al nivel del mar). Y la segunda, por la extrema salinidad de sus aguas, que impide la presencia de vida acuática (de ahí su nombre) y permite a los bañistas flotar como por arte de magia. Además, los barros que aquí se forman son muy apreciados por la industria cosmética. Por ello, un baño libre en este espacio supondrá una experiencia diferente y única.
A la hora acordada, volveremos a la carretera, esta vez para acudir al puesto fronterizo de Allenby, el más cercano al Mar Muerto y Ammán. Y también, el que debemos utilizar para llegar a Jerusalén. Realizaremos los trámites fronterizos para entrar en Israel y, acto seguido, viajaremos hasta esta ciudad, una de las más sagradas del planeta.
Pero su descubrimiento en forma de tour será al día siguiente: en este quinto día, solo se cenará en el hotel y se descansará con la vista y la mente puestas en la intensa jornada que nos espera en la jornada que sigue.
Este sexto día de nuestro circuito por Jordania e Israel es uno de los más intensos y emocionantes, por lo que el desayuno en el hotel proporcionará energías para comenzar con fuerza las muchas visitas que nos esperan.
La primera de ellas nos llevará al Monte de los Olivos, un espectacular lugar cargado de historia y simbolismo. Para los judíos, aquí se encuentra su cementerio más importante, puesto que según la Torá, Yahveh comenzará por este lugar a redimir a los muertos. En cambio, para los cristianos es un lugar ligado a los últimos momentos de vida de Jesús: en el Huerto de Getsemaní oró antes de ser arrestado. El cementerio judío o la basílica de Getsemaní (también llamada de la Agonía o de las Naciones) son lugares que nos recordarán todo ello, así como otros espacios que atraerán las miradas por su fuerza visual, como la basílica ortodoxa de Santa María Magdalena o el sepulcro de la Virgen María.
Tras visitar el Monte de los Olivos, entraremos a la Ciudad Vieja de Jerusalén. Y, a cada paso que demos, descubriremos elementos de extraordinaria relevancia, pues estamos en el corazón de Tierra Santa, cuyos lugares hablan por sí solos. Por ejemplo, acudiremos al Muro de las Lamentaciones, también llamado Muro Occidental, que es el único resto superviviente del Segundo Templo de Salomón, destruido por las tropas romanas de Tito, en el 70 d.C. A él se dirigen a diario miles de judíos para invocar secretamente sus deseos, pues simboliza la alianza entre Yahveh y el pueblo.
No menos importante para los musulmanes es la cercana Explanada de las Mezquitas, donde se ubican la Cúpula de la Cadena, la Mezquita Al Aqsa y la Cúpula de la Roca. Según el Corán, desde este último lugar ascendió al Cielo el profeta Mahoma, en presencia del Arcángel Gabriel y a lomos del caballo Buraq, por lo que se trata de uno de los tres templos más sagrados para el Islam.
También cerca está la Vía Dolorosa, que recorreremos rememorando el Vía Crucis de Jesucristo, pues por aquí transcurrió su camino del Calvario hasta ser crucificado, justo en el lugar donde hoy se encuentra la iglesia del Santo Sepulcro, que formará parte de nuestra ruta guiada. Sin duda, un momento emocionante dentro de este circuito por Jordania e Israel.
Después de estas visitas, nos dirigiremos al Monte Sión, al sur de la Ciudad Vieja, donde se encuentran otros lugares no menos importantes. Por ejemplo, la Tumba del Rey David, segundo monarca del reino unido de Jerusalén en los siglos XI-X a.C, padre de Salomón y profeta para las tres religiones monoteístas. Y anexa a ella está el Cenáculo, es decir, la estancia donde Jesucristo celebró la Última Cena con los Apóstoles. Además, los cristianos se emocionarán con esta visita porque aquí se encuentra la Abadía de la Dormición, construida sobre la cripta donde se cree que la Virgen entró en sueño eterno.
Sin duda, esta será una jornada cargada de visitas especiales y sentimientos a flor de piel, tanto para los creyentes como para los turistas interesados en la cultura en general. Por ello, la cena en el hotel y el descanso nocturno serán más que merecidos.
Si en el anterior día de este circuito por Jordania e Israel nos centramos (entre otras muchas cosas) en los últimos días de la vida de Jesucristo, en este séptimo día viajaremos más atrás en el tiempo: a su nacimiento y sus primeros días. Por tanto, después de desayunar en el hotel, pondremos rumbo hacia Belén, a escasos 10 km al sur de la Ciudad Vieja de Jerusalén.
En Belén, visitaremos dos lugares de enorme trascendencia para el cristianismo. El primero, la Basílica de la Natividad, construida sobre la cueva en la que nació Jesús. Es, además, uno de los primeros templos del cristianismo, puesto que la estructura original la mandó construir el emperador Constantino I y tiene un estilo paleocristiano, del siglo IV. Y el segundo, la Capilla de la Gruta de la Leche, donde se cree que la Sagrada Familia se refugió durante la matanza de los inocentes. Según la tradición, una gota de leche derramada de la Virgen tiñó el lugar a blanco.
Por todo ello, tanto la Basílica de la Natividad como la ruta de peregrinación a Belén, fueron declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, así que le dedicaremos el tiempo necesario para su conocimiento a fondo. Tras ello, volveremos a nuestro vehículo y pondremos rumbo a la frontera con Jordania, en el puesto fronterizo de Allenby. Tras realizar los trámites de ingreso, nos dirigiremos a Ammán, adonde llegaremos en la segunda parte del día. Y el hotel en el que descansaréis por la noche será también el lugar de la última cena del circuito.
Nuestro circuito por Jordania e Israel llega a su fin en este octavo día. Como en el resto de jornadas, el desayuno se tomará en el hotel y, en función de los horarios del vuelo, estableceremos una hora de encuentro para realizar el traslado al Aeropuerto Internacional de Ammán Reina Alia. Será en vehículo privado con chófer y, en la terminal, os ofreceremos la última asistencia que fuera necesaria. Atrás habrá quedado una semana inolvidable que, al igual que los lugares visitados, ya serán eternos en vuestra memoria.
Para poder aprovechar al máximo los ocho días de este circuito, y para ofrecer la mejor experiencia en términos de calidad, el paquete incluye los siguientes servicios:
Algunos aspectos de este circuito por Jordania e Israel no están incluidos en el paquete y se dejan a criterio de los participantes:
Agencia de viajes y DMC especialistas en viajes a Jordania privados y a medida
Mandala Tours, S.L, NIF: B51037471
Licencia: C.I.AN-187782-3
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