El mosaico más famoso de Madaba es, sin duda, el mapa de Tierra Santa que explicábamos en detalle en este otro post. Sin embargo, no es el único hecho por los romanos y los bizantinos en esta ciudad, ni mucho menos: el establecimiento de la ciudad como sede episcopal propició la construcción de numerosas iglesias, y muchos de esos otros mosaicos de Madaba están precisamente ligados a estos antiguos templos, o bien a residencias de la alta sociedad. Por eso, si tienes pensado visitar con calma este destino, presta atención a las siguientes líneas, donde te mostramos esos mosaicos que dan cuenta del gran esplendor que alcanzó esta ciudad en los primeros siglos de nuestra era.
Mosaicos del Parque Arqueológico I
El primer lugar en el que puedes admirar esos otros mosaicos de Madaba es el Parque Arqueológico I, muy cerca del centro de visitantes. Aunque aquí se encuentran las ruinas de la iglesia de la Virgen María, que cuenta con magníficos pavimentos decorados con esta técnica, el mosaico quizás más famoso es el del mito de Hipólito (siglo VI), ubicado en el salón homónimo y magníficamente conservado. Por ello, se puede apreciar la simpática escena en la que Afrodita le da un azote con una sandalia a su hijo, Eros. Además, a la entrada al recinto se exponen los maltrechos restos de un mosaico ubicado a unos kilómetros de Madaba, en Maqueronte: a pesar de su estado, su importancia radica en su antigüedad, pues están datados en el siglo I a.C y son, por tanto, los más antiguos del país.
Mosaicos del Parque Arqueológico II
Al otro lado de la calle Al-Amir Hasan se encuentra el segundo parque arqueológico de la ciudad. Aquí, el protagonismo se lo llevan los restos de una lujosa mansión que, como no podía ser de otra manera, estaba decorada con ricos mosaicos. En este caso, con temática de caza, lo que sirve para admirar la representación naturalista de fauna y flora. También se ubican aquí los restos de la iglesia de los Mártires, con pavimento decorado en un estilo muy parecido.
Mosaicos del Museo de Madaba
Madaba cuenta con un museo donde se pueden contemplar mosaicos y otras piezas arqueológicas en un ambiente más reposado y contextualizado. Además, permite la exhibición de temáticas más desenfadadas. Por ello, aquí se exhiben en todo su esplendor unos mosaicos que causan gran interés: los de Ariadna en un sensual baile y una procesión báquica, con un sátiro desnudo. Los mosaicos del Paraíso o los de la Capilla de la Familia Twal alcanzan también altas cotas de calidad, con diseños naturalistas de gallos, ciervos, leones y toros, entre otros. Completan la colección otras piezas arqueológicas más genéricas para explicar la historia de Madaba.
Mosaicos de la iglesia de los Apóstoles
En esta ruta por los otros mosaicos de Madaba no deberías perderte los que se exhiben en la iglesia de los Apóstoles, que ya no funciona como templo religioso. Fueron realizados en el siglo VI y redescubiertos en el siglo XX por un párroco italiano. En la nave central, a modo de majestuosa alfombra, se extiende un gran mosaico por el suelo, con aves y hojas de acanto, entre otros detalles de la decoración. De inusitada belleza es el medallón central de unos 2,2 metros de anchura, donde se puede contemplar la personificación del Mar, emergiendo de las aguas. A su alrededor, peces de colores, una medusa, un monstruo marino y lo que parecen ser dos tiburones. Como curiosidad, este medallón fue restaurado, extraído y trasladado a un nuevo soporte, que fue llevado al pabellón de Jordania durante la Exposición Universal de Sevilla 92, por tratarse de un inmejorable ejemplo de la calidad de los mosaicos jordanos.